El Gobierno de Sri Lanka anunció este martes que dejará de pagar de manera temporal su deuda externa, en medio de graves problemas de liquidez que han sumergido al país en una crisis económica profunda, a la espera de un rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La política del Gobierno de Sri Lanka será suspender el servicio normal de la deuda”, según detalló en una nota el Ministerio de Finanzas, que espera reestructurar de una manera ordenada sus pagos y acometer “un programa de ajuste económico respaldado por el FMI”.
La política afecta a “todos los bonos en circulación en los mercados de capital internacionales, todos los créditos bilaterales (de gobierno a gobierno), excepto las líneas de canje entre el Banco Central de Sri Lanka y un banco central extranjero”, precisa el documento.
Quedan también suspendidos los pagos de “todos los acuerdos de préstamo denominados en moneda extranjera de líneas de crédito con bancos comerciales o prestamistas institucionales (incluidas las instituciones de propiedad o controladas por gobiernos extranjeros”, en los que Sri Lanka es el deudor o garante.
Así, “todos los pagos de capital e intereses que venzan después de las 17.00, hora de Sri Lanka (11.00 GMT), del 12 de abril de 2022, en virtud de las deudas afectadas, se considerarán capitalizados y dichos montos devengarán intereses durante el período interino a la tasa contractual normal aplicable a ese crédito”, indicó.
El Gobierno de Sri Lanka se refirió a estas como medidas de emergencia que implementa de manera “temporal”, insistió, para preservar la situación financiera del país hasta que, “con la asistencia del FMI y otros socios de Sri Lanka, se pueda preparar un plan completo de recuperación”.
En este momento el Gobierno de Gotabaya Rajapaksa está en discusiones con el FMI para diseñar un programa de ajuste económico que permita a la nación enfrentar sus compromisos internos y externos.
Según datos del Ministerio de Finanzas, la deuda de Sri Lanka hasta finales de 2021 ascendía hasta al 102,8 % de su Producto Interior Bruto (PIB), con unos 54.000 millones de dólares de deuda, de los cuales 20.000 millones de dólares son de deuda extranjera.
La situación económica en Sri Lanka ha ido empeorando sin embargo desde entonces, ya que a la pandemia se ha unido la crisis relacionada con la guerra de Ucrania, reconoció hoy el propio Ministerio de Finanzas.
Los principales prestamistas foráneos de Sri Lanka son el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático, y entre los préstamos bilaterales entre países destacan Japón, China o la India, que ha entregado ya varias líneas de crédito a la nación isleña en lo que va de año.
Sri Lanka se enfrenta a una crisis económica sin precedentes provocada, en parte, por el gran endeudamiento del país, la recesión económica durante la pandemia y una caída drástica de la actividad turística.
A ello se suma un exceso de impresión de dinero y la consecuente depreciación de la moneda nacional, promovida por el Gobierno para hacer frente al gasto público.
Con información de DW