Cuenta la fábula del sapo y la carreta que, a la vera del camino un anfibio decía: esa carreta que viene ahí me va a machucar, pero no se quitaba; esa carreta que viene ahí me va a machucar, pero no se apartaba del sendero; y esa carreta que viene ahí… ¡crag! Lo aplastó
Así le pasó al presidente municipal de Oaxaca de Juárez, el morenista Francisco Martínez Neri, y al resto de alcaldes de la zona metropolitana, a quienes el problema de la basura les acaba de estallar en las manos.
Era una bola cantada, se sabía que más temprano que tarde la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) caería como la peste para clausurar el basurero de Zaachila.
Bien dice el dicho que las desgracias nunca vienen solas, pues, esta medida —aunque legal— nos mete en el berenjenal que las autoridades no aciertan a responder: ¿qué vamos a hacer con las más de 850 toneladas que diariamente generamos en el área metropolitana de Oaxaca?
Para nadie era un secreto los graves daños al ecosistema a consecuencia de ese vertedero. Se dirá que ya era un suelo impactado, que quienes vivían en el perímetro eligieron el lugar, cualquier clase de perorata.
Pero eso es “buscarle chichis a las víboras”. Es atajar con irresponsabilidad, con desfachatez, con extrema insensibilidad política y nulo compromiso social un grave problema de salud pública.
A los gobiernos municipales no les toca preservar la independencia, soberanía e integridad territorial de la nación; tampoco diseñar un nuevo marco estratégico de la seguridad nacional, en el contexto de la gobernabilidad democrática y del orden constitucional; menos aún asegurar la procuración de justicia pronta y expedita apegada a derecho y con respeto a los derechos humanos.
A los municipios les toca la prestación de servicios públicos domiciliarios y de las necesidades básicas insatisfechas en salud, educación, saneamiento ambiental, agua potable, vivienda, recreación y deporte. Vamos, no es difícil deducir que, para que un municipio marche adecuadamente, su gobierno debe ocuparse del manejo adecuado de los recursos naturales renovables y del medio ambiente.
Maestro Francisco Martínez Neri, como destacado académico, como ex rector de la UABJO, como conspicuo profesionista pensé que lo sabría. Que la teoría es la mitad del esfuerzo, el otro cincuenta por ciento es la práctica.
Evite la procrastinación, que los problemas que no se atienden en su tiempo eclosionan. Ocúpese de la ciudad. Usted tiene el privilegio de encabezar una comuna emblemática, apreciada en todo el mundo, respetada por su cultura, ennoblecida por artes de maestros de talla internacional.
Saque de la postración a su gobierno, se lo exigimos los ciudadanos de esta Verde Antequera, otrora conocida como la “Ciudad de Jade”, ahora convertida en una “Ciudad Dejada”.