Candelaria Loxicha, Oaxaca.- El río San Juan y el arroyo Escorpión tienen su cauce justo en esta cabecera municipal, ambos afluentes se juntan para proseguir su cauce hasta las lagunas de Chacahua Tonameca, pasando por Pochutla donde toma el nombre de río Xonene.
El río San Juan proviene de la parte alta de la Sierra Sur, vecinos del barrio El Alacrán señalaron a Estado Actual que antaño su cauce era limpio “y lleno de peces, ahora a falta de una planta tratadora de aguas residuales este ecosistema está vulnerable, y es receptor de aguas negras”.
De igual forma, el Escorpión que pasa por la cabecera municipal, también recibe las descargas de aguas negras de los domicilios.
“Es muy urgente que los gobiernos federal, estatal y municipal converjan en el proyecto de una planta de tratamiento de aguas residuales, el impacto negativo a los afluentes, al medio ambiente es muy fuerte, sabemos que los recursos y alcance del gobierno municipal es muy limitado, por eso es urgente la intervención y participación de los gobiernos federal y estatal”, señaló el transportista Rosendo Bustamante Mijangos.
Y es que Candelaria Loxicha se ubica justo en la Cuenca del Alto Copalita-Tonameca y este río debe ser atendido para el rescate de los servicios ambientales que presta a las comunidades que están en el área de influencia; SEMARNAT, Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Procuraduría de Protección al Ambiente (PROFEPA) y sus pares de carácter estatal deben conjuntar responsabilidad y hacer equipo con las autoridades municipales para llevar a cabo esta gran tarea que incumbe a nuestro medio ambiente, nuestros ecosistemas deben ser tratados bajo agenda sostenible: está en juego el equilibrio ecológico de la Cuenca.
Durante los sexenios de Gabino Cué y Ulises Ruiz, estas dependencias federales conocieron la problemática de la contaminación de este importante río, así como de otros problemas de corte ecológico que sufre la Cuenca; estos temas fueron abordados por el Organismo de Cuenca Pacífico Sur a través de los comités de playas y del Consejo Estatal de los Humedales así como algunas ONG’s y la Universidad del Mar que aportó un diagnóstico de la Cuenca, sin embargo, por algunas causas ni reveladas, no se hicieron las tareas correspondientes para salvaguardar la salud de este río que baña la parte alta, media y baja de la Sierra Sur y parte de la Costa, de una veintena de comunidades.