La fe, la tradición y el turismo se entrelazan en Tlalixtac de Cabrera, donde la comunidad se prepara para conmemorar el 50 aniversario de La Pasión de Cristo, una de las representaciones religiosas más esperadas de la Semana Santa en Oaxaca.
Durante dos días, el 17 y 18 de abril, este municipio abrirá sus calles y su corazón a miles de visitantes que cada año llegan para vivir una experiencia que trasciende lo escénico: una manifestación de devoción colectiva que reúne historia, arte y espiritualidad.

La Secretaría de Turismo estatal destacó que esta tradición, vigente desde 1975, ha evolucionado hasta convertirse en un referente religioso y cultural del estado, con impactos significativos en la economía local gracias al turismo.
Calendario de actividades:
•Jueves 17 de abril: Última Cena – 16:00 h
•Viernes 18 de abril: Viacrucis y juicio ante Pilato – 09:00 h (salida desde la explanada municipal)
Un evento que crece cada año
Jesús Vidal García, coordinador del grupo Pasión de Cristo, informó que en las últimas ediciones han asistido hasta 17 mil personas, una cifra que refleja el creciente interés por esta escenificación, tanto entre locales como entre turistas nacionales y extranjeros.
“El reto es enorme: requiere meses de preparación física, emocional y espiritual. Cada actor y colaborador se entrega por completo para mantener viva una tradición que es orgullo del pueblo”, explicó.
Turismo religioso con impacto real
Además de su contenido espiritual, el evento impulsa la economía de la comunidad. Los asistentes pueden disfrutar de antojitos típicos, productos artesanales y una muestra del cálido recibimiento que caracteriza a Tlalixtac de Cabrera.
Puestos con comida tradicional, textiles, arte sacro y otros servicios temporales complementan la experiencia para quienes buscan conectar con la cultura viva de Oaxaca más allá del turismo convencional.
Recomendaciones para visitantes
Autoridades y organizadores recomiendan llegar con anticipación, portar ropa cómoda y respetar los espacios designados. Dado el alto flujo de personas, también sugieren utilizar transporte público o compartir vehículo.
Esta edición número 50 representa no solo un aniversario, sino un momento clave para reafirmar la importancia del turismo religioso como motor de desarrollo local y como expresión del patrimonio intangible de los pueblos.