La crisis en Panamá se agudizó el miércoles con cortes de rutas que impedían la llegada de alimentos a la capital, intentos de saqueo y sin un acuerdo entre el gobierno y manifestantes para detener las manifestaciones a cambio de medidas contra el alza de precios.
Después de más de dos semanas de protestas, las organizaciones populares que impulsan las manifestaciones mantenían una nueva reunión en Penonomé, a 150 kilómetros al suroeste, para afinar detalles de los temas que negociarán con el gobierno. Hasta el momento, han acordado debatir ocho temas, en un proceso de diálogo al que tendría que sumarse el Poder Ejecutivo.
En tanto, los grupos de indígenas de Panamá, que mantenían un paro y cierre en la carretera Interamericana para reclamar la titulación de tierras y acceso al subsidio de gasolina, levantaron los bloqueos tras instalar una mesa de diálogo con el Gobierno.
La Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá (Coonapip) informó que se instaló una “Comisión Interinstitucional de Alto Nivel para la atención prioritaria de las diversas demandas de los pueblos originarios del país” junto con el Ministerio de Gobierno, el viceministro de Asuntos Indígenas, Ausencio Palacio, y las autoridades tradicionales.
#Panamá: nuevas #negociaciones, mientras siguen las # protestas sociales
El gobierno de Panamá y organizaciones populares preparan una nueva ronda de conversaciones para poner fin a las protestas ./ic #DWEconomía pic.twitter.com/VzJdz27dCi
— DW Español (@dw_espanol) July 20, 2022
“Todos los caciques y autoridades tradicionales piden a su pueblo levantar el paro y cierre de las calles que se mantenía a nivel nacional”, indicó la Coordinadora, que no es el único organismo indígena que ahora protesta en Panamá.
La principal exigencia de la Coonapip
La creación de la mesa era la principal exigencia de los pueblos originarios agrupados en la Coonapip para encontrar una solución a la titulación e invasión de tierras, acceso al subsidio de gasolina, la tala ilegal dentro de las áreas comarcales y el cumplimiento de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de dos comunidades afectadas por la construcción de una hidroeléctrica.
El bloqueo de la carretera obligaba a muchos viajeros a caminar en Pacora, donde los manifestantes mantienen la protesta contra la inflación.
“Los colonos (no indígenas) están invadiendo nuestras tierras de manera legal, talando árboles, contaminándonos el ambiente. Hemos conservado el lago (Bayano) para que funcione de manera exitosa. Nosotros somos los que cuidamos, y vienen invasores”, dijo a Efe Linares García, portavoz de la comarca indígena Madugandí, colindante con el Lago Bayano, donde se realizó uno de los cierres.
Estos bloqueos se sumaron a otros impulsados por organizaciones sindicales, indígenas y gremiales desde hace más de dos semanas en todo el país para exigir la bajada del combustible y la comida, lo que ha causado desabastecimiento de alimentos y combustible en los centros urbanos de Panamá, incluida la capital.
Intentos de saqueo en la capital
Los sindicatos continuaron este miércoles con el cierre de calles y avenidas en la capital panameña, donde se registraron enfrentamientos entre la Policía y manifestantes en el popular barrio de El Chorrillo.
El comisionado de Policía, Roberto Rodríguez, informó que “varias personas” intentaron “vandalizar comercios, quemar llantas y poner obstáculos en la vía pública” para robar a los ocupantes de vehículos en El Chorrillo.
Según la Policía, también hubo intentos de saqueo en La Peatonal, una calle de tiendas y comercios en la capital panameña, cuya vigilancia fue reforzada.
Camiones con alimentos son escoltados
En tanto, más de 200 camiones con alimentos salieron este miércoles desde el occidente de Panamá hacia la capital, sorteando bloqueos de rutas.
#Viral – Vitrinas vacías y sin productos fueron filmadas por los visitantes de varios supermercados de la Ciudad de Panamá, que han sufrido un serio desabastecimiento debido a la crisis y las protestas en el país.
— Diario La Huella (@LaHuellaSV) July 20, 2022
La caravana de camiones articulados salió desde Chiriquí, principal productora de alimentos frescos del país, ubicada 500 kilómetros al suroeste de Ciudad de Panamá, con cientos de toneladas de alimentos.
Los camiones van escoltados por la policía y por miembros del sindicato de la construcción Suntracs, una de las organizaciones que participa en el proceso de diálogo con el gobierno panameño.
Como parte de unas medidas que intentaron sin éxito frenar las protestas, el Gobierno del presidente Laurentino Cortizo aprobó un subsidio general temporal al combustible que congeló su precio en 3,25 dólares el galón (3,78 litros), muy por debajo del valor actual de máximo 5,20 dólares, pero para acceder al mismo hay que dar la placa del vehículo y que este esté al día con los impuestos.