Santa María Chahuites, Oaxaca. – Autoridades educativas y padres de familia se echaron para atrás al no permitir que un joven de 17 años, alumno del plantel 33 del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECYTE), regresara a clases presenciales vestido con uniforme de mujer y no de varón, argumentando falta de acuerdos.
Carlos Enrique Luis, de 17 años, tenía la intención, durante la pandemia por el Covid-19, de volver a sus clases vestido con falda, porque es un joven que se reconoce como de la diversidad sexual, sin embargo, después de que se inscribió al nuevo ciclo escolar, sus padres fueron citados por la autoridad educativa, quien les notificó que no se permitiría su ingreso con falda.
Tras conocer la determinación, los padres de Carlos se molestaron con el plantel, pero, por el bienestar del joven decidieron que su hijo cursara el último año del bachillerato vistiendo pantalón, pues, ya no quisieron someter el tema a debate ante el comité de padres y menos aún ante los profesores, a pesar de que el director se los propuso.

Gaspar Jiménez Guerra, director del plantel, aseveró que en caso de que el joven se presente con vestimenta de mujer, tendría que informarlo.

“Si el joven viene no pasa nada, yo tengo que aceptar las condiciones, la organización o si llegan los papás, si me dicen, lo primero es que tengo que informar, informar a todo el personal para no tener ninguna situación con todos”.
Abundó que, esta circunstancia también la tendría que hacer del conocimiento del director general del CECYTE, pues, “es nuestro jefe y es él el que nos tiene que autorizar”.
Sostuvo que, entre docentes han tenido reuniones, pero no han discutido el tema porque no han visto a Carlos.
En entrevista, Carlos, señala que desde los 14 años tenía definida su orientación sexual.
“Desde los 14 años tenía definido que era una persona bisexual, porque yo antes me gustaban las mujeres, pero ya de ahí conforme fui cursando año me fui identificando mejor y ya cursando el Cecyte yo decidí ser una chica trans”, confesó.
Sobre la situación que enfrenta en la institución, señaló que entiende que existen reglamentos, “pues, estamos en una institución que se maneja con responsabilidades”.

“Pero, o sea, creo que salió una nueva ley que los adolescentes, si gustan, no se pueden cortar el cabello largo, por que como dije y lo dije anteriormente, mi cabello y mi uniforme no afectan mi conocimiento”.
En un año, Carlos tendrá la libertad de ir vestido a la escuela como lo desee, ya que su meta es estudiar para convertirse en azafata, para lo cual tendría que mudarse a Guadalajara, en el estado de Jalisco.
“Primero quería estudiar biología marina, pero decidí ser azafata, mejor. Primero que nada, es la adrenalina que se siente cuando estás arriba y pues así, viajar, más que todo viajar”, compartió.