* Lo hace el Ayuntamiento capitalino al permitir el Memorial de las Víctimas de Nochixtlán y la venta de espacios al comercio informal en Santo Domingo, por sus propios regidores y funcionarios.
* Y lo hace el Gobierno del Estado, como ocurrió ayer, al romper la centenaria cantera de la Catedral, para colocar un toldo de la Secretaría de Turismo, obligada a cuidar el patrimonio cultural.
Para observar que en Oaxaca lo increíble es realidad y la realidad es increíble, basta no perder la capacidad de asombro ante los hechos surgidos contra toda lógica y mínimo sentido común.
El caso más condenable por criminal es la creciente destrucción de los edificios coloniales e históricos del Centro Histórico, considerados por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Frecuentemente, se atenta contra el icónico Templo de Santo Domingo de Guzmán e, incluso, por exigir respeto, cobardemente de manera tumularia contra el Prior Dominico, Alejandro Latapí.
Lo hace el Ayuntamiento capitalino al permitir el Memorial de las Víctimas de Nochixtlán y la venta de espacios al comercio informal en Santo Domingo, por sus propios regidores y funcionarios.
Y lo hace el Gobierno del Estado, como ocurrió ayer, al romper la centenaria cantera de la Catedral, para colocar un toldo de la Secretaría de Turismo, obligada a cuidar el patrimonio cultural.
Lo peor de todo, es la actitud apática e indiferente por cobardía o abierta complicidad de las autoridades federales responsables de proteger el patrimonio cultual de Oaxaca, como el INAH.
No son los únicos. ¿Dónde está la condena de los directivos y asociados del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Natural y Cultural del Estado de Oaxaca (Pro-Oax)? ¡Es lamentable!
Con la muerte del universal Maestro Francisco Toledo los directivos y asociados del quijotesco Pro-Oax perdieron la voz de protesta contra la creciente destrucción del patrimonio cultural de Oaxaca.
Y dónde está la voz de denuncia y condena del radical sacerdote guerrillero Wilfrido Francisco Romualdo Mayrén Peláez, “Padre Uvi”, ex apoderado legal de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca.
Y dónde la voz de protesta, denuncia y condena de los actuales apoderados legales de la Curia Diocesana, Presbíteros Aureliano Díaz Jiménez y Domingo Jesús Martínez Ramírez. ¡El silencio es cómplice!A partir del prefabricado conflicto estudiantil del 68, luego del 76 y, después del 2006, se da como constante histórica la obsesión de la izquierda por destruir el patrimonio cultural de Oaxaca.