Los principales banqueros centrales del mundo están de acuerdo en que, dado el panorama económico actual a nivel mundial, ven improbable retornar a los bajos niveles de inflación que se observaron antes de la pandemia.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, advirtió que las fuerzas que incluyen la globalización, el envejecimiento demográfico, la baja productividad y los desarrollos tecnológicos, ya no mantienen los precios bajo control.
“Lo que no sabemos es si volveremos a algo similar a lo que teníamos antes; sospechamos que será una especie de mezcla”, dijo y señaló que están aprendiendo a lidiar con eso.
“El reloj está corriendo sobre cuánto tiempo uno puede permanecer en un régimen de baja inflación”, añadió en el marco del Foro del Banco Central Europeo (BCE).
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, también consideró que es difícil retornar a bajos niveles de inflación. “Es improbable un regreso al entorno de baja inflación”.
Agregó que debido al tamaño y complejidad de las perturbaciones que afectan a la economía, también están creando incertidumbre sobre cuán persistente es que sea la inflación. “No estamos ante una situación sencilla de exceso de demanda o sobrecalentamiento económico, en cuyo caso la trayectoria de la inflación de mediano plazo hubiera sido más clara”, dijo.
Van firmes contra inflación
Los máximos dirigentes de la Fed, del BCE y del Banco de Inglaterra se mostraron decididos a controlar la inflación, por lo que están dispuestos a utilizar todas las herramientas que están a su alcance.
En Estados Unidos la inflación general llegó al 8.6 por ciento en mayo, su mayor nivel en 40 años, por lo que Powell ha reiterado en varias ocasiones que la Fed seguirá elevando tasas para hacerle frente a estas presiones de precios.
Es por ello que el mercado ya está descontando que la tasa de Fondos Federales de Estados Unidos cerrará en 3.5 por ciento este año, desde el rango de 1.5 al 1.75 por ciento actual.
“Nuestro objetivo se enfoca intensamente en una política para llegar a una inflación del 2 por ciento, ese es nuestro objetivo principal. Por supuesto que el mercado laboral es muy apretado en los Estados Unidos, y nuestro enfoque es tener una inflación bajo control, y es muy importante que la gente entienda que estamos comprometidos en ello”, abundó Powell.
En la región europea, la inflación en mayo llegó a 8.1 por ciento, –alcanzando un nuevo registro histórico–, lo que encendió las alarmas dentro del organismo central.
Es por esta situación que la banquera central de la zona Euro detalló que en julio el organismo estaría pensando en elevar la tasa de fondeo en 25 puntos base, para hacerle frente a las presiones inflacionarias recientes. “Estamos en una senda de normalización y hemos indicado claramente qué sucederá en julio”, añadió.
De igual forma, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, subrayó que “la clave para nosotros es devolver la inflación” al objetivo, para lo que, igual que el BCE, tiene como grandes obstáculos los precios energéticos y la guerra en Ucrania.
“Tenemos que hacer todo lo que podamos”, insistió, porque la inflación está concentrada en productos “esenciales”, la energía y la comida, que tienen un mayor peso en la cesta de la compra de los hogares de menor renta.
Carstens aplaude acciones
El gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, indicó que los bancos centrales deben de actuar con rapidez, y celebró que los tomadores de decisiones ya se están dando cuenta de la magnitud del problema al que se enfrentan, con niveles récord de inflación en varias regiones del mundo.
“Lo que es muy satisfactorio en este punto es que muchos bancos centrales han abordado los problemas; una forma de lidiar con esto es reconocer que hay un problema y decir que lo vas a abordar. Y muchos de ellos (bancos centrales) han entrado en acción”, dijo.