Ciudad de México. – El fundador del extinto cartel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, fue excarcelado del Reclusorio Metropolitano del Complejo Carcelario de Puente Grande para remitirlo al Hospital Civil de Guadalajara, y tratar de salvarle la vista.
El Director General de Prevención y Reinserción Social en Jalisco, Juan Antonio Pérez Juárez, explicó que presenta un complicado cuadro de salud, y recibe tratamientos por la pérdida de la vista, “perdió la vista en un ojo, además de la audición en un oído, y se está cuidando su salud; el señor Félix salió a unos exámenes unos estudios para ver si se le puede salvar un ojo y un oído”.
El también apodado ‘Flaco’ ha interpuesto diferentes juicios, entre los que destaca la petición de casa por cárcel, dada su avanzada edad, “pero no hay avances en los beneficios que solicita por la edad y su salud”, dijo el responsable del sistema de reinserción social estatal.
Félix Gallardo ha interpuesto recursos judiciales para que se le procure la atención médica desde que era interno del extinto Centro de Reinserción Federal, (CEFERESO 2) Puente Grande, para ser atendido de diversos padecimientos como la pérdida de visión en un ojo y cataratas en otro; mal funcionamiento de un oído; problemas de reflujo, y dificultades para caminar, además de sus antecedentes de micro infartos cerebrales y hernias.
Al momento, un juez ha rechazado la petición de reducir su condena; cumple dos penas en prisión que suman casi su edad: 76 años. Sentenciado por asesinato en 1985 del agente infiltrado de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique ‘Kiki’ Camarena, y por cargos de delincuencia organizada.
Los abogados de Félix Gallardo persiguen desde hace más de seis años, un beneficio como el que se concedió a su coacusado, Ernesto Fonseca Carrillo, ‘Don Neto’, quien obtuvo la prisión domiciliaria en 2017.
Miguel Ángel, Don Neto y Rafael Caro Quintero fueron los cabecillas del Cártel de Guadalajara, considerado como la organización criminal más poderosa de los ochenta y noventa. De los tres, el único que permanece tras las rejas es Félix Gallardo.
Caro Quintero fue liberado en 2013 por violaciones al debido proceso en una sentencia, y mientras un colegiado de juzgadores resolvían, él salió por la puerta del Complejo Carcelario de Puente Grande, caminando junto a su equipo legal, ahora se le considera prófugo.
Félix Gallardo fue detenido en abril de 1989 en una lujosa casa en la calle Cosmos de Guadalajara, y recientemente concedió una entrevista a la cadena Telemundo, en la que negó cualquier vinculación al crimen organizado.
En marzo pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró improcedente su petición para revisar su sentencia de 40 años de prisión, impuesta 2003 por acopio de armas, cohecho y narcotráfico.
Otro de sus recientes juicios es su impugnación a la sentencia que lo obliga a pagar más de 20 millones 810 mil pesos a las familias del agente norteamericano Enrique ‘Kiki’ Camarena Salazar y a la del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, por concepto de reparación del daño por su asesinato en 1985, dictada por el titular del juzgado Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal en Jalisco.
El llamado ‘Jefe de Jefes’ ha alegado que el juzgador que lo condenó es incompetente para resolver el tema del cumplimiento de la sentencia, pues sólo le compete a un juez de ejecución de penas.