JARTUM, Sudán (EA) — El Ejército sudanés retomó el control del palacio presidencial en Jartum, en una feroz batalla contra las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), informó el portavoz militar Nabil Abdalá en un comunicado transmitido por la televisión estatal.
“Nuestras fuerzas destruyeron por completo a los combatientes y el material del enemigo, apoderándose de grandes cantidades de equipos y armas”, aseguró Abdalá, quien agregó que el Ejército continuará avanzando hasta lograr la victoria total y liberar cada rincón del país de las milicias y sus aliados.
Horas antes, una fuente militar indicó a la agencia AFP que las tropas habían asaltado el palacio presidencial, aplastando los últimos restos de resistencia paramilitar en la zona.
Ataque con dron deja muertos y heridos
En respuesta al avance del Ejército, las FAR lanzaron un ataque con dron contra el Palacio Presidencial, dejando al menos siete muertos, entre ellos dos periodistas, un conductor de la televisión estatal y dos oficiales del Ejército. Además, ocho personas resultaron heridas, según fuentes militares.
El conflicto y sus consecuencias
La guerra civil en Sudán, iniciada el 15 de abril de 2023, enfrenta al líder del Ejército regular, Abdel Fatah al Burhan, y al comandante de las FAR, Mohamed Hamdan Daglo. El Palacio Presidencial, ocupado por las FAR desde el inicio del conflicto, había servido como símbolo de su dominio en Jartum, mientras el Gobierno aliado del Ejército se vio obligado a refugiarse en Puerto Sudán.
Las FAR emitieron un comunicado en Telegram afirmando que la batalla por el Palacio Presidencial aún no ha terminado y asegurando haber matado a más de 89 soldados del Ejército y destruido varios vehículos militares en recientes enfrentamientos.
Impacto humanitario
El conflicto ha provocado decenas de miles de muertes y el desplazamiento de 12 millones de personas, creando una de las mayores crisis alimentarias y de refugiados en el mundo. En el área del Gran Jartum, al menos 3.5 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia, y más de 100,000 enfrentan condiciones de desnutrición extrema, según datos de la ONU.