El bailarín y coreógrafo de Oaxaca, Gerardo Ibañez, dijo que este 29 de abril, Día internacional de la danza, sirve para generar una gran energía y luz para mover al mundo ante las circunstancias adversas que estamos viviendo.
“La danza es vida, es espacio, es movimiento; el que en un día todo el mundo esté bailando desde su casa, desde un salón, desde donde sea, es una gran energía que se forma en la tierra”, dijo.
En entrevista, el también docente de danza contemporánea dijo que la pandemia no ha podido limitar la transmisión de la danza, ya que ahora las clases pueden ser en línea, pero sí afectan la parte afectiva y de contacto entre los participantes, estudiantes, bailarines y público.
Gerardo opinó que Oaxaca es uno de los estados en los que su gente tiene el movimiento innato, como se ve en cada baile popular o fiesta religiosa, en los que la población baila danzas o bailes tradicionales.
“Creo que el ritmo y el movimiento siempre han estado en la cultura y la gente de Oaxaca, y que cada pueblo tiene su propia esencia y trayectoria, cada uno lo desarrolla a su manera y proyecta su sentir”, dijo.
Expresó que la danza es la oportunidad de tener el contacto con el cuerpo, consigo mismo, lo que permite tener otra visión de nuestro entorno.
“Por más obscuras que sean las circunstancias, la danza permite vislumbrar un poco más la luz”, señaló.
Añadió que ha percibido que actualmente la danza tiene más público, con más gente interesada en estudiarla a nivel profesional, y otros que la ven como una práctica de esparcimiento.
“En todos lados se practica la danza; es un generador de energía y emociones, y es el movimiento que hace que la tierra también se mueva, por lo tanto, que también baile”, indicó.