Cd. de México.- De acuerdo con cifras del Inegi, la industria de la construcción tuvo en 2020 su peor año en un cuarto de siglo, tras registrar una caída acumulada de 17.45 por ciento.
Aunque el sector ya estaba en proceso de desaceleración desde 2015, hay que remontarse hasta 1995 para encontrar una baja peor, de 32.41 por ciento, a la observada el año anterior.
Los proyectos de ingeniería civil, que incluyen obra pública y de infraestructura, y los de edificación, concentrados en proyectos privados, registraron variaciones negativas a tasa anual durante todo el año, incluso en el primer trimestre, previo al impacto del Covid-19.
Las empresas de menor tamaño fueron las que resintieron el efecto del freno en la actividad.
De acuerdo con Eduardo Ramírez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), la caída era esperada, no obstante, no deja de ser grave, pues al menos unas 2 mil constructoras, especialmente pequeñas y medianas empresas, cerraron operaciones, lo que afectó la generación de 200 mil empleos.
“Vemos un panorama complejo, las caídas sí fueron las pronosticadas, todos veían que íbamos a acabar realmente mal y así fue.
“Además, el valor de producción de las empresas constructoras en 2020 quedó en el -24.9 por ciento, es señal de que algo tenemos qué hacer en la industria”, aseveró.
Para Félix Boni, director general de análisis económico de la calificadora latinoamericana HR Ratings, la construcción quedó rezagada de la recuperación que otras actividades industriales reportaron, como la manufactura o la minería, por su dependencia a la inversión interna, que no despegó el año pasado.