En el Día Mundial de la Salud, Asistencia Legal por los Derechos Humanos (Asilegal) requirió voltear la mirada hacia las personas en mayor situación de vulnerabilidad quienes se encuentran recluidos en penales, sobre todo, ahora durante la pandemia del coronavirus.
El director general de la organización, José Luis Gutiérrez Román dijo que el acceso a la salud como derecho humano aún está vedado en las prisiones alrededor del mundo, pues según el reporte “Olvidados tras las rejas: El COVID-19 y las prisiones en el mundo”, elaborado por Amnistía Internacional, las medidas para impedir la propagación de han sido inadecuadas y en algunos casos, han dado lugar a violaciones de derechos humanos.
Subrayó que las violaciones de derechos humanos por la pandemia en las prisiones han tomado todo tipo de forma, aunque en una sentencia condenatoria se convierte en pena de muerte, por la gravedad y la falta de humanidad de las autoridades responsables.
Detalló que conforme al Mapa Penitenciario COVID-19 elaborado por Asilegal, han fallecido 352 personas por el virus, pero la cantidad de personas con otras complicaciones desatendidas y plenamente olvidadas es imposible de conocer, entre esto, fallecimientos por tratamientos hepáticos simples, mujeres con pérdida de su capacidad auditiva por una infección menor y adultos mayores quienes pierden la vista después de una década de estar cosiendo balones al interior de un reclusorio.
Por eso, destacó que si bien se han vacunado en contra del coronavirus a mil 214 personas internadas en los penales, la pandemia en prisión no terminará con inocular a la población de tercera edad, sino a toda la población.
De este modo, Gutiérrez Román dijo que las autoridades sanitarias necesitan atender a las personas en mayor situación de vulnerabilidad, quienes por cuestiones de precariedad social, contextos de violencia, errores de juicio o por simplemente estar en el lugar y en el momento equivocado.