Oaxaca de Juárez, Oaxaca. – Este miércoles, se cumplen cinco años de la ocurrencia del sismo de 8.2 grados que devastó el Istmo de Tehuantepec y otras zonas de la entidad.
A las 23:49 horas, comenzó el movimiento telúrico con epicentro en el golfo de Tehuantepec, a 133 km al suroeste de Pijijiapan, Chiapas, que derribó viviendas y causó severos daños en las infraestructuras públicas.
El rigor de este fenómeno natural se dejó sentir también en el sur y centro del país. Dos días después del sismo, se habían registrado 482 réplicas y tras quince día, 4 mil 326, siendo la más significativa un movimiento de 6.1 grados.
De acuerdo con cifras oficiales, este sismo causó la muerte de 99 personas, 79 en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
El 19 siguiente, una ruptura en la placa de Cocos, por debajo del continente, a una profundidad de 57 km, en los límites entre los estados de Puebla y Morelos, también remeció el suelo oaxaqueño.
En este contexto, la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPCO) reveló que, durante el 2022 se han registrado 16 mil 785 sismos en todo el país, de los que 5 mil 568 han tenido su epicentro en la entidad; lo que representa el 30% del total de la actividad sísmica.
Con base en la anterior, convocó a las familias, instituciones públicas y privadas, así como a la población en general a participar en el Simulacro Nacional 2022, que tendrá verificativo a las 12:19 horas del próximo 19 de septiembre.
De acuerdo con la dependencia, el registro de participantes que deseen sumarse a esta actividad estará abierto hasta el 18 de septiembre, en el sitio: oaxaca.gob.mx/proteccioncivil/simulacro- nacional-2022/.
La hipótesis de este simulacro tendrá como escenario un sismo con epicentro en las costas de Michoacán y Guerrero, a 42 km al noroeste de La Mira, Michoacán, con una profundidad de 16 kilómetros y su percepción para la entidad será de fuerte a muy fuerte, moderado y ligero a débil.
Protección Civil ha expresado que, los simulacros tienen como finalidad identificar qué hacer y cómo actuar en caso de una emergencia, resultado del desarrollo de fenómenos perturbadores.