De junio al día de ayer, 13 presidentes municipales han fallecido en Oaxaca, 10 de ellos con sospechas de COVID-19 o un diagnóstico confirmatorio, como el presidente municipal de San Juan Tamazola, Efraín Lázaro Lázaro, quien fue sepultado ayer.
La Asociación de Autoridades Locales de México identifica a Oaxaca como la entidad del país con más decesos de presidente municipales por problemas de salud, principalmente asociados a la COVID-19.
Al cierre del 2020 la asociación estimaba que 40 presidentes de 15 entidades del país han muerto por COVID-19 o sospechas, nueve de estos en Oaxaca, descartando a aquellos que fallecieron de manera violenta o en accidentes de tránsito, como es el caso de Urbino Bazán, presidente de San Simón Zahuatlán, quien murió en agosto pasado tras volcarse su camioneta.
En esos nueve casos asociados a problemas de salud aún no se contabilizan a los presidentes de Sitio Xitlapehua, Yolando Jarquín Bustamente, y el de Santa Catarina Loxicha, Leonilo Ruiz Martínez, fallecidos este lunes.
Tampoco se incluye al presidente de San Juan Tamazola, quien murió la madrugada de ayer.
Alejandro Lázaro López, primo del presidente de Tamazola, confirmó ayer a este diario que el deceso ocurrió después de dos semanas de que permaneció hospitalizado y antes de las 14:00 horas de ayer ya se había enterrado en el panteón de ese municipio de la región Mixteca.
Esos tres decesos, además de ocurrir en un lapso no mayor a las 36 horas representan los tres primeros en el año de autoridades municipales, además de que a inicios de mes el gobernador Alejandro Murat informó que era positivo a COVID-19, pero ayer reanudó sus actividades públicas con la entrega del Premio Estatal del Deporte.
Decesos iniciaron en junio, tres meses después de iniciada la pandemia, en junio pasado, falleció el presidente municipal de Reyes Etla, Javier Santiago Ruiz, pero su familia dejó claro que el padecimiento no tenía ninguna relación con la COVID-19.
Algo similar pasó con el presidente de San Miguel del Río, Daniel Efrén Hernández Hernández, cuyo deceso en septiembre se debió a complicaciones posteriores a un derrame cerebral.
El primer presidente municipal en fallecer con sospechas de COVID-19, pero sin que se le tomara la muestra, fue el de San Baltazar Chichicápam, Florencio San Germán, a los que se sumaron los de San Bartolomé Quialana, de Victorino Gómez Martínez; de Santiago Jocotepec, Pedro Escárcega Pérez; y de Santa Cruz Xitla, Pedro Modesto Santos, con sintomatología, pero tampoco con un diagnóstico confirmatorio a SARSCoV-2.
Fernando Bautista Dávila de San Juan Bautista Tuxtepec murió el 16 de julio en un hospital de Veracruz y fue el primero en Oaxaca que tenía como antecedente un diagnóstico oficial de COVID-19, luego en agosto fallecieron los de Tamazulápam del Espíritu Santo, Artemio Ortiz Ricárdez, y de Matías Romero, Alfredo Juárez.
Presidentes que libraron la COVID El presidente municipal de Salina Cruz, Juan Carlos Atecas Salinas, fue de las primeras autoridades locales en hacer público su diagnóstico positivo a COVID-19, en junio pasado, sin presentar mayores complicaciones.
Otros presidentes municipales que han superado la COVID-19 son el de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín; el de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño; la de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta; Sergio López Sánchez de San Miguel El Grande; el de Cuicatlán, Maricel Mariscal ; el de San Pedro Juxtlahuaca; Nicolás Feria Romero; y el de Pluma Hidalgo, Josué Silva Jacinto, quien además se enfrenta a una reinfección.
Están también los casos de la presidenta de Santo Domingo Ingenio, Amelia Gómez Ríos; de Huautla de Jiménez, Óscar Peralta; de Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, Javier Juárez Hernández; de Cuilápam de Guerrero,
Diego Moisés Méndez; de San Pedro Mixtepec, Fredy Gil Pineda Gopar; de Tamazulapam del Progreso, Noel Hernández Mendoza; y de San Pablo Etla, Alfonso Pérez Méndez.
De manera reciente, quien confirmó que también enfermó de COVID es el presidente de Santa María Huatulco, Giovanne González García, atribuye a la movilidad el primer factor de contagio de las autoridades municipales.
En su caso, tras la muerte el 9 de enero de Gustavo Flores, abuelo de su esposa Reina Olmedo, 15 familiares se hicieron la prueba y sólo González García dio positivo a SARS-CoV-2, pero una semana después otros dos también detectaron contagio.