A partir de los resultados de la Encuesta Nacional, la Sección 22 del SNTE, junto con los demás contingentes aglutinados en la CNTE, determinó ayer no regresar a clases presenciales en este ciclo escolar 2020-2021 por la permanencia de la pandemia del coronavirus.
En una conferencia de prensa virtual, la CNTE dio a conocer que la encuesta, levantada entre los días 12 al 20 de este mes, participaron 18 mil 063 docentes de diferentes niveles educativos de los 32 estados del país.
De acuerdo con el reporte, siete de cada 10 trabajadores de la educación se encuentra en la población de mayor riesgo al contagio e igual número, siete de cada 10 trabajadores manifestó tener riesgo de contagio durante el traslado a su centro de trabajo.
Además, el desplazamiento hacia su centro de trabajo, también los convierte en un factor de riesgo para el alumnado, sus familias y demás personas relacionadas con la comunidad escolar, sobre todo, en las comunidades donde no hay mayor afluencia de personas.
Aparte de esto, dos de cada 10 escuelas tiene aulas amplias para guardar sana distancia y sólo la mitad de las escuelas tienen patios techados.
Mientras que cuatro de cada 10 escuelas no tienen agua potable y tres de cada 10 carecen de drenaje en este momento.
Por eso, para garantizar que el agua sea realmente potable, se tienen que revisar las condiciones de las cisternas, tuberías y todo el sistema que funciona en los sanitarios.
Independientemente de esto, pensar en los patios y canchas como aulas abiertas, implicaría otro mobiliario, es decir, que fuera diseñado para exteriores y dar respuesta a la exigencia del ambiente no controlado, como la lluvia.
De esta manera, el regreso a las actividades presenciales requiere que los servicios básicos estén resueltos, sobre todo, asegurar el agua potable, puesto que sólo el 21 por ciento de las escuelas tiene en buenas condiciones su sistema hidráulico.
Es decir, ocho de cada 10 escuelas no están preparadas para dotar de agua potable a la comunidad escolar y llevar a cabo las medidas de higiene necesarias, a fin de evitar el riesgo de contagio del virus.
Por eso, la CNTE puso como condición para el regreso a las clases presenciales la vacunación a toda la población, el color verde del semáforo epidemiológico en todos los estados, dotaciones mensuales de artículos de higiene y limpieza para la población educativa.
Así como garantizar el agua potable en cada institución, contar con personal médico por escuela, rehabilitar y construir los sanitarios necesarios en las escuelas, distribución de los estudiantes acorde a las dimensiones de las aulas, considerar a los trabajadores en situaciones vulnerables, garantizar conectividad y buen funcionamiento del sistema eléctrico en los planteles y sanitarios en buenas condiciones.
También, contar con un programa federal a fin de cubrir las necesidades de materiales de higiene e infraestructura para un regreso seguro en color verde del semáforo epidemiológico en toda la república, planes híbridos en cuanto a asignaturas y horarios, y computadoras en las escuelas para la atención híbrida
La CNTE dijo que quiere regresar a trabajar a las aulas, pero responsablemente y con las condiciones necesarias para salvaguardar la integridad y la salud de la comunidad educativa, incluso, más allá de las buenas condiciones de los planteles escolares, pues la prioridad son los alumnos y sus familias.
Sobre todo, porque las vacunas que se aplican son emergentes, pues ninguna tiene una efectividad cercana al 100 por ciento.
En la rueda de prensa, la representante de la Sección 22 del SNTE, Minerva Ruiz Correa, integrante de la Instancia de Coordinación Nacional de la CNTE, afirmó que el gobierno federal determinó la vacunación de los docentes para el regreso a clases presenciales, pero no se interesó por la salud de los estudiantes, padres de familia y toda la comunidad educativa.