A 24 horas de su plantón en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, y a un mes de la desaparición de la activista Sandra Domínguez, sus familiares, su madre y sus hermanas se sienten amenazadas.
Kisha la hermana de Sandra, ha denunciado haber sufrido intimidaciones para obligarles a que concluyan la búsqueda, ella se siente indefensa y hoy pide medidas cautelares al gobierno federal, porque por parte de la policía estatal no saben si son protegidas o vigiladas.
“Estamos aquí en plantón, para estar más seguras, porque cada día que pasa y sin conocerse el paradero de mi hermana, nuestra vida corre peligro”.
“Y aquí frente a la gente, dudamos que se atrevan hacer algo en nuestra contra, es lamentable que el Estado no haya generado las condiciones mínimas para nosotros”, dijo
Sandra Domínguez había exhibido con pruebas a Donato Vargas, actual Coordinador de Delegados de Paz, de estar implicado en la exhibición de un chat sexual donde se difundían imágenes de mujeres de la etnia mixe lo que le valió varias amenazas anónimas.
El pasado 4 de octubre desapareció junto a su pareja, Alexander Hernández, en los límites entre Oaxaca y Veracruz en inmediaciones de María Lombardo y desde entonces la Fiscalía ha logrado muy pocos avances en la indagatoria.
Por el caso el gobernador Salomón Jara separó de su cargo de forma temporal al Coordinador de Delegados de Paz, advirtiendo que confía en su inocencia.
La Fiscalía de Justicia en cambio sostiene la línea de investigación de que fue la vinculación del crimen organizado de la pareja de la activista que ellos son levantados y desaparecidos.
En tanto la madre de Sandra Domínguez, Aracely Martínez, visiblemente conmovida, solo ha pronunciado unas pocas palabras: “Quiero que me regresen a mi hija”.
La familia, que recibió el acompañamiento de colectivos y abogados comunitarios que siguen luchando para que la Fiscalía actúe y no suelte el caso por la desaparición de la también abogada.