Durante la mañanera de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las acusaciones de acarreo que surgieron tras el mitin que organizó en el Zócalo de la Ciudad de México. La periodista Reyna Haydee le cuestionó directamente sobre la presencia de camiones y la afirmación de algunas personas de que habían sido trasladadas desde diferentes estados, señalando que esto parecía un acto de acarreo, algo que Morena criticaba cuando estaba en la oposición.
Sheinbaum rechazó rotundamente la acusación: “Que haya camiones no significa acarreo. La gente se organiza, junta dinero y rentan autobuses para venir. Acarreo es cuando obligan a alguien o le pagan para asistir. Aquí la gente vino por voluntad propia”.
A pesar de la respuesta, la periodista insistió en que varios asistentes de Guanajuato le mencionaron que habían sido dejados lejos del Zócalo, lo que les dificultaba llegar, especialmente a los adultos mayores con problemas de movilidad. Según Haydee, estas personas fueron traídas “a la fuerza”.
La presidenta replicó: “Si tienes una denuncia concreta, dánosla. No podemos aceptar mentiras. Este pueblo ya cambió, es consciente y se moviliza porque quiere”. Sin embargo, la periodista no cedió y mencionó que algunos asistentes afirmaron haber recibido hasta 900 pesos por asistir al evento, citando un reporte de Animal Político.
Sheinbaum volvió a negar esas versiones: “No, eso no es cierto. Si alguien lo hizo, que se denuncie. Nosotros no estamos con esas prácticas”.
En una entrevista para Cortamortaja, Vicente Pineda, quien perdió a cuatro miembros de su familia en el accidente en la autopista Milla-Tehuantepec, relató que su familia fue trasladada al evento por la organización FUCO, presidida por ‘Chepe’ Pedro Vladimir, un aliado del senador Antinino Morales Toledo. Pineda explicó que el accidente ocurrió cuando su familia regresaba del mitin político organizado por la doctora Claudia Sheinbaum en el Zócalo de la Ciudad de México.
Este tipo de prácticas de acarreo, que fueron fuertemente criticadas por Morena cuando el PRI las utilizaba para llenar sus mitines y otros eventos, parecen estar repitiéndose en este gobierno. A pesar de las declaraciones de Sheinbaum, que aseguran que no hay pago ni coerción en la asistencia, la vinculación de figuras cercanas a la administración federal con organizaciones como FUCO pone en evidencia que el acarreo sigue siendo una práctica que persiste en ciertos sectores del oficialismo.
La pregunta sigue siendo la misma: ¿la presidenta Claudia Sheinbaum logró llenar el Zócalo sin acarreados, o las prácticas que antes criticaban siguen siendo parte de la estrategia política de Morena?