STAFF (EA) — Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y exdirector del Banco de Inglaterra, fue elegido este domingo como líder del Partido Liberal, lo que lo convertirá en el próximo primer ministro canadiense.
El economista de 59 años reemplazará a Justin Trudeau, quien ha estado en el cargo desde noviembre de 2015. Trudeau, que anunció su renuncia en enero, debe ahora formalizarla para que su sucesor sea juramentado por el gobernador general, quien lo invitará a formar gobierno.
Carney obtuvo el 86% de los votos en una elección en la que participaron unos 152.000 miembros del Partido Liberal. En su primer discurso tras el nombramiento, Carney afirmó: “¿Quién está dispuesto a defender a Canadá conmigo?” y agregó que “el Partido Liberal está unido y fuerte y dispuesto a luchar para construir un país aún mejor”.
El reemplazo llega en un momento de tensiones entre Canadá y Estados Unidos, marcadas por la guerra comercial impulsada por Donald Trump y los comentarios del presidente estadounidense sobre una posible anexión de Canadá. Se espera que el nuevo nombramiento dirija al país a nuevas elecciones y, si el ejecutivo no las convoca, la oposición podría forzarlas con una moción de censura en el Parlamento.
Trudeau ha enfrentado una crisis de popularidad debido al aumento del costo de la vida y las políticas migratorias de su gobierno. Sin embargo, el sentimiento nacionalista en Canadá, impulsado por las tensiones con Washington, ha fortalecido la posición de los liberales de cara a las esperadas elecciones federales.
Las políticas comerciales de Trump y sus declaraciones sobre convertir a Canadá en el 51.º estado de EE.UU. generaron un fuerte rechazo entre la población canadiense. Esto se tradujo en abucheos al himno estadounidense en eventos deportivos y una reducción en el consumo de productos estadounidenses.
En su discurso, Carney destacó la necesidad de “trabajar juntos en los días difíciles que se avecinan” y declaró: “Nosotros no pedimos esta lucha, pero los canadienses siempre están dispuestos cuando otros se rinden”. Añadió que “en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará” y afirmó que los estadounidenses “quieren nuestros recursos, agua, nuestra tierra, nuestro país” y que “si tuvieran éxito, destruirían nuestro modo de vida”. Sentenció que “Canadá nunca será parte de Estados Unidos de ninguna manera”.
Mark Carney, con una destacada carrera en el sector financiero, ganó reconocimiento por su manejo de la crisis de 2008 y su nombramiento en 2013 como el primer extranjero en dirigir el Banco de Inglaterra. Se postuló en enero para sustituir a Trudeau como líder del Partido Liberal, compitiendo, entre otros, con Chrystia Freeland, ex viceprimera ministra.
En diciembre, Trudeau apartó a Freeland del Ministerio de Finanzas, aunque le permitió seguir gestionando las relaciones con Estados Unidos. Poco después, ella renunció y publicó una carta crítica sobre el gobierno, debilitando aún más la posición de Trudeau. Carney logró ganar el respaldo de varios ministros y legisladores liberales. Pese a su falta de experiencia en política, su trayectoria en el mundo financiero y su reputación como líder económico fueron factores decisivos para consolidar su candidatura.
Más de 151.000 miembros del Partido Liberal participaron en la votación del domingo, en una jornada en la que también se rindió homenaje a la trayectoria de Trudeau. Antes del nombramiento de su sustituto, Trudeau subió al escenario para pronunciar un discurso en el que expresó su orgullo por los logros de los últimos 10 años y llamó a “lograr aún más en los próximos 10 años y las décadas venideras”.
En los meses previos al anuncio de su dimisión, los liberales habían expresado frustración con Trudeau, quien pasaba por un importante bache en las encuestas. Sin embargo, este domingo, los integrantes del partido lo arroparon con vítores y aplausos.