El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que su país tome el control de la Franja de Gaza y desplace a la población palestina a otros territorios, una propuesta que ha generado controversia internacional. La declaración ocurrió en su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca.
Trump argumentó que la destrucción causada por la ofensiva israelí contra Hamás hace inviable la permanencia de los dos millones de palestinos en Gaza. Afirmó que EE.UU. asumiría la reconstrucción del enclave y lo convertiría en un centro de empleo y turismo, comparándolo con “la Riviera de Medio Oriente”.
La propuesta ha sido criticada, ya que el traslado forzoso de poblaciones viola el derecho internacional. Egipto y Jordania rechazaron la idea de acoger a palestinos, pero Trump confía en persuadirlos. Hamás calificó el plan como una amenaza para la estabilidad regional y reiteró la necesidad de poner fin a la ocupación israelí.
El planteamiento de Trump representa un cambio respecto a su postura de 2016, cuando prometió reducir la presencia estadounidense en Medio Oriente. No mencionó bases legales ni financiamiento para la reubicación masiva de palestinos.
La reunión también abordó temas como el programa nuclear de Irán y la relación de Israel con Arabia Saudita. Netanyahu elogió la visión de Trump, aunque evitó comentar sobre la propuesta para Gaza.
La comunidad internacional sigue pendiente de las negociaciones para un alto al fuego entre Israel y Hamás. La posibilidad de que EE.UU. asuma el control de Gaza podría cambiar drásticamente el panorama en Medio Oriente.