En el acceso del Hospital Regional Presidente Benito Juárez del ISSSTE, trabajadores homenajearon ayer la memoria de su compañero camillero Gustavo Abel Toscano López, quien por complicaciones de COVID-19 falleció el pasado sábado.
Ayer, justo a la 13:30 en que Gustavo Abel iniciaba su turno, entre aplausos sus compañeros colocaron un tanque de oxígeno sobre una camilla, una corona de flores y algunos globos blancos.
De manera simbólica lo despidieron con el sonar de la sirena a donde subieron la camilla en presencia de la esposa de Gustavo Abel, quien cargaba a su bebé de tres meses de nacido.
Quienes decidieron honrar la memoria de su compañero subieron la camilla al interior de una ambulancia y lamentaron que los contagios de COVID-19 no disminuyan por la falta de seriedad para que la población mantenga las medidas de prevención.
Por las complicaciones de la COVID-19, el camillero estuvo hospitalizado dos semanas en el nosocomio en el que trabajaba y fue necesario que lo intubaran, ante el grave daño pulmonar.
El director del Hospital Regional del ISSSTE, Jesús Gonzalo López Cruz, confirmó que aunque no estaba asignado exclusivamente al área COVID, Gustavo Abel era parte de los 22 camilleros, cuyo trabajo es indispensable en esta pandemia.
Admitió que casi de mil trabajadores el 95 por ciento ya se vacunó, pero aún faltan 70, cuya lista se envió a la Ciudad de México para que reciban la dosis en cuanto sean enviadas a Oaxaca, pero no precisó si el camillero Gustavo Abel ya había sido vacunado.
Aunque la semana pasada disminuyó la saturación en el hospital, admitió que puede volverse a llenar porque al día de ayer tenían 32 pacientes y la capacidad instalada en área COVID es para 36. “Lo ideal es que estemos a menos del 50 por ciento para decir que la pandemia está controlada”, expuso.
Días antes que Gustavo Abel falleciera, también murió el médico Jorge
Ismael Puga Salinas, pero en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca, además de que estaba de resguardo por ser población de riesgo.
El año pasado falleció también un trabajador del área de cocina y otro administrativo de ese hospital. En total los Servicios de Salud de Oaxaca contabilizan 68 el número personas de distintas áreas de salud, tanto públicas como privadas, que han perdido la vida durante la pandemia.