De acuerdo con datos del año 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las tasas de mortalidad materna en México han mostrado una tendencia a la baja en las últimas décadas, pero aún persisten diferencias significativas entre estados.
Oaxaca, uno de los estados con mayores desigualdades en términos de acceso a servicios de salud, presenta cifras preocupantes. De acuerdo con el Sistema de Salud Materno Perinatal, Oaxaca ha tenido una tasa de mortalidad materna considerablemente más alta que la media nacional, especialmente en zonas rurales y entre comunidades indígenas. En el 2020, se reportaron 53 muertes maternas en el estado, lo que representa una tasa de 68.5 muertes por cada 100,000 nacidos vivos. Esta cifra está muy por encima del promedio nacional.
Las principales causas de muerte materna en México y Oaxaca incluyen complicaciones relacionadas con hemorragias, hipertensión, infecciones y trastornos relacionados con el embarazo. Las mujeres más afectadas suelen ser las que enfrentan barreras en el acceso a servicios médicos adecuados, ya sea por falta de infraestructura, personal capacitado o por factores socioeconómicos.
Además, la mortalidad materna en comunidades indígenas y rurales de Oaxaca se ve exacerbada por la falta de transporte adecuado para llegar a hospitales, la desinformación y la pobreza extrema. Las mujeres que no reciben atención prenatal adecuada o que no tienen acceso a hospitales equipados están en riesgo de sufrir complicaciones graves.
A pesar de los esfuerzos para reducir la mortalidad materna en México a través de programas de salud pública y mejoras en la atención obstétrica, la disparidad entre las zonas urbanas y rurales, así como las diferencias entre los estados más y menos desarrollados, sigue siendo un desafío crítico para el sistema de salud del país.
Para abordar el problema de las muertes maternas en México y particularmente en Oaxaca, es fundamental implementar un enfoque integral y multidimensional que aborde tanto las causas directas como las indirectas que contribuyen a este fenómeno. Por ello, es importante mejorar el acceso a la atención prenatal y obstétrica, fortalecer la infraestructura en zonas rurales, fomentar la participación comunitaria así como equipo y personal capacitado en áreas con mayor incidencia.