Esmalte para uñas, así afectan a la salud según Harvard

Un equipo de expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard explica cuáles son los efectos de los diferentes tipos de barnices de uñas a la salud de las personas, toda vez que, en los últimos años, la industria del esmalte para manicura se ha transformado por el desarrollo de técnicas de esmalte de mayor duración.

Tipos de esmaltes y sus daños a la salud

Esmalte de uñas tradicional
El esmalte de uñas clásico es un polímero disuelto en un solvente, con el que se pinta sobre la superficie de la uña, generalmente en varias capas, y luego se seca al aire donde el solvente se evapora y el polímero se endurece.

Entre sus ventajas está que se elimina rápida y fácilmente con un quitaesmalte a base de acetona, lo cual puede significar menos daño a la superficie de la uña, la piel y las cutículas. Sin embargo, algunos colores, especialmente los más oscuros, pueden causar una decoloración no permanente de las uñas.

De acuerdo con los dermatólogos, lo mejor es usarlo tomando descansos intermitentes de no uso, así como mantener las uñas y las cutículas bien humectadas entre manicuras, de esta manera se pueden evitar los efectos negativos de los esmaltes de uñas a la salud.

Esmalte de uñas “no tóxico”
Para este tipo de barnices los expertos sugieren seguir las recomendaciones de un esmalte de uñas clásico, esto a pesar de que contienen menos químicos que pueden causar dermatitis de contacto.

Y es que, según los expertos, los barnices de uñas contienen entre otras cosas: formaldehído, tolueno, ftalato de dibutilo, resina de formaldehído y alcanfor. Estas sustancias pueden causar distintos padecimientos, ya que estudios han demostrado que los químicos en el esmalte de uñas pueden ser absorbidos por el cuerpo.

Por ejemplo, el formaldehído es un conservante que ha sido reconocido por el Instituto Nacional del Cáncer como una sustancia potencialmente cancerígena, y se encuentra entre las sustancias más comunes que causan dermatitis alérgica de contacto.

Por otro lado, la resina de formaldehído, el ftalato de dibutilo y el tolueno también pueden causar dermatitis alérgica de contacto, mientras que el alcanfor es un aceite que se ha utilizado durante mucho tiempo como remedio tópico para diversas afecciones, pero puede ser tóxico si se consume por vía oral.

Esmalte en gel
El esmalte en gel se pinta y luego se “cura” bajo una lámpara, que seca y endurece el esmalte casi al instante. El curado del esmalte de uñas significa fotopolimerización, que es un proceso durante el cual un líquido absorbe energía de la luz ultravioleta o visible y se retícula para convertirse en sólido.

Esto implica un riesgo ya que la mayoría de las lámparas de curado emiten luz ultravioleta A, que es una causa conocida de daño y envejecimiento celular y aumenta el riesgo de cáncer de piel.

Si bien, hay algunas lámparas alternativas disponibles que emiten luz LED ; éstas aún pueden emitir algo de luz ultravioleta.

Entre las ventajas de los esmaltes en gel están la duración en las uñas, pero esto implica costos a la salud, ya que el proceso de eliminación del esmalte en gel puede ser destructivo para las uñas, igual que el su uso por periodos prolongados puede provocar que las uñas se vuelvan quebradizas y secas.

Por ello, los expertos recomiendan usar este tipo de barniz esporádicamente, así como no raspar, ni pulir agresivamente las uñas al hacerlo, y utilizar bloqueador UV.

Pulimento en polvo
Esta manicura implica la aplicación de un esmalte adhesivo (compuesto por una resina que a menudo se compone de productos químicos utilizados en el superpegamento) que sirve como adhesivo para el esmalte.

Además, de la aplicación de un polvo acrílico finamente molido, ya sea sumergiendo la uña en el polvo o cepillándolo sobre la uña, y la colocación de un activador.

Entre las desventajas de su uso están, según expertos de Harvard, que los polvos utilizados son usados con varias personas, lo que puede convertirse en un reservorio de bacterias, hongos y virus, y el proceso de eliminación puede dañar la superficie de la uña y la cutícula. Los expertos sugieren evitar este tipo de manicura.

 

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