CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La inflación anual en México registró un ligero incremento en marzo de 2025, situándose en 3.8%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta cifra representa un aumento respecto al 3.77% registrado en febrero, pero se mantiene dentro del rango objetivo del Banco de México, que es de 2% a 4%.
El índice de precios subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles, mostró un incremento mensual del 0.43%, alcanzando una tasa anual de 3.64%. Dentro de este índice, los precios de las mercancías aumentaron un 2.98% y los servicios un 4.35% en comparación con el año anterior.
En cuanto a la inflación no subyacente, se registró una disminución mensual del 0.08%, situándose en una tasa anual de 4.16%. Los productos agropecuarios presentaron un incremento del 0.41% mensual y 4.87% anual.
Algunos productos alimenticios experimentaron aumentos significativos en sus precios. Por ejemplo, el limón registró un alza del 9.02%, el tomate verde del 10.45%, el aguacate y la carne de res también mostraron incrementos notables.
A pesar de este repunte en la inflación, el Banco de México decidió reducir su tasa de interés de referencia en 50 puntos base, ubicándola en 9%, el nivel más bajo desde 2022. Esta medida busca estimular la economía mexicana, que enfrenta desafíos derivados de las políticas comerciales de Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump.
Analistas prevén que la inflación mantendrá una tendencia ligeramente a la baja en los próximos trimestres, estimando que cierre el año en torno al 3.8%. Esta proyección sugiere que el Banco de México podría continuar con recortes en la tasa de interés si las condiciones inflacionarias lo permiten.
Sin embargo, el panorama económico presenta desafíos adicionales. El Banco de México redujo su pronóstico de crecimiento económico para 2025 a 0.6%, debido a la incertidumbre generada por posibles nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos y una disminución en el consumo y la inversión privada.
La combinación de una inflación controlada y tasas de interés más bajas podría ofrecer cierto alivio a los consumidores mexicanos, aunque persisten preocupaciones sobre el crecimiento económico y las tensiones comerciales internacionales.