OAXACA, Oaxaca —Como estrategia para frenar la gentrificación, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados de Oaxaca ha propuesto elevar los impuestos a los ciudadanos estadounidenses que adquieran inmuebles o viviendas en el Centro Histórico de la capital oaxaqueña.
La iniciativa fue presentada por la diputada Cony Rueda, quien argumentó que, así como el gobierno de Estados Unidos impone aranceles a productos mexicanos como el acero y el petróleo, México también debería responder con medidas fiscales. Rueda señaló que este fenómeno ha impactado negativamente ciudades como Mérida, en Yucatán, y San Miguel de Allende, en Guanajuato, donde gran parte de los inmuebles catalogados han pasado a manos extranjeras, lo que ha provocado un alza en el costo de vida y afectado a la población local de menores ingresos.
La propuesta de ley, que ya se encuentra en la Comisión de Hacienda y será sometida a votación en el pleno legislativo, plantea una reforma al Artículo 25 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado. La medida busca que, además del pago por el traslado de dominio en la compraventa de un inmueble, se establezca un impuesto adicional del 80 % cuando el comprador sea de origen extranjero. El objetivo principal de esta reforma es frenar la compra descontrolada de bienes inmuebles en Oaxaca por parte de ciudadanos de otros países.
En su intervención en tribuna, la diputada Cony Rueda advirtió que la gentrificación en Oaxaca ha tenido consecuencias graves para las comunidades locales, incrementando los precios de servicios y productos, y forzando el desplazamiento de familias que no pueden solventar las nuevas condiciones económicas. Además, indicó que el aumento en el costo de los terrenos y viviendas ha dificultado que los oaxaqueños puedan adquirir una propiedad, permitiendo que los extranjeros acaparen los predios.
En los últimos años, Oaxaca ha experimentado un proceso de renovación urbana que ha desplazado a la población local en favor de personas con mayor poder adquisitivo, principalmente extranjeros. Se estima que, de los más de 2,000 inmuebles catalogados en el Centro Histórico de la ciudad, alrededor de 1,600 viviendas antiguas han sido adquiridas por extranjeros, en su mayoría ciudadanos estadounidenses.
El descontento social ante la gentrificación se ha manifestado en diversas protestas y expresiones en las calles de Oaxaca. Las paredes de la ciudad han sido intervenidas con frases como “Gringo, go home”, “Migrante sí, gringos no” y “Pinches gringos, encarecen la vida en Oaxaca”, reflejando el sentir de una parte de la población que rechaza la transformación del Centro Histórico en un espacio inaccesible para los oaxaqueños.