Por Alejandro Leyva Aguilar
En su exquisita intervención respecto de la Ley Zaldívar, el tribuno Porfirio Muñoz Ledo dijo: “para defender a la democracia, necesitamos demócratas… donde quiera que los haya”, el problema es que en el ya no tan “H” congreso de la Unión, no hay demócratas y si, como bien lo dijo Don Porfirio, hay puercos con los que se hace chicharrón en una República chicharronera, donde solo truenan los chicharrones de peje.
Demócratas debe haber en varios partidos políticos: en el PRI, en el PAN, en el PRD, en el MC, etcétera y es claro que en los albores del engendró MORENA, a pesar de estar escrito en su declaración de principios, la democracia es, para todos pero especialmente para el dueño, letra muerta.
Quizá no sepan qué es la democracia y por eso ni idea tienen de que en una democracia, hay disensos y consensos, hay pluralidad de ideas, hay objetivos comunes como por ejemplo el bien social y por tanto puede haber acuerdos.
Como dije hay varias acepciones de la palabra democracia, sin embargo me quedo con la definición aristotélica de la misma pero desglosaré lo que el filósofo griego pensaba sobre el ejercicio del poder.
Aristóteles decía que existen dos formas de ejercer el poder, una pura y otra impura. Dependiendo de quién ejerza ese poder se clasifican en, al menos seis formas que las podemos ver en todas las sociedades de todos los tiempos de la humanidad mundial.
Primero está la forma pura de la MONARQUÍA, que es cuando el poder recae en una persona y esa persona ejerce el poder en beneficio de todos, ejemplos de monarcas hay muchos pero digamos que la Reina Isabel II es el ejemplo más clásico.
La perversión de la monarquía es la DICTADURA, cuando el poder recae en una sola persona y esa persona ocupa el poder en beneficio propio. Hugo Chávez, Fidel. Astro, Idy Amin, Nicolás Maduro y un largo etcétera conforman esta lista.
Cuando el poder recae en una minoría y esa minoría ocupa el poder en beneficio de todos, entonces hablamos de la forma pura de la ARISTOCRACIA y aristócratas también los hubo por todo el mundo, príncipes, duques, condes, barones en la sociedad europea e incluso en las dinastías japonesas hubo aristócratas.
La perversión es la OLIGARQUÍA, cuando el poder recae en esa mayoría que ocupa el poder en beneficio propio, ejemplos los hubo en Sudáfrica que terminaron con la llegada de Nelson Mandela al poder pero existen hoy en día como Nicaragua donde pasa el poder entre el grupo político dominado por Daniel Ortega que se cambia de colores para conservarlo.
Finalmente, cuando el poder recae en una mayoría y esa mayoría ocupa el poder en beneficio de todos, hablamos de la forma pura de la DEMOCRACIA, en este sector es donde debemos buscar a los demócratas esos que buscan que el pueblo tenga participación en la forma de gobierno, esos que crearon los organismos autónomos justamente para ser garantes de la democracia. Estados Unidos es el menor ejemplo, pero también México lo era hasta la llegada del peje.
La forma impura o su perversión, es la DEMAGOGIA, cuando la mayoría ocupa el poder en beneficio propio y, por supuesto que el PRI durante muchas décadas fue una demagogia bien establecida, alguien la llamó “la dictadura perfecta” y, hasta el año 2000, cuando perdieron por primera vez las elecciones presidenciales, no podíamos hablar de una democracia establecida en nuestro país.
Claro que el PRI colaboró al menos con la anuencia para establecer una democracia en México y por supuesto que la presión, no solo llegó de la derecha, sino también y muy fuerte, de la izquierda mexicana y amlo fue uno de sus más acérrimos promotores, junto con Porfirio Muñoz Ledo que abandonó las filas del PRI, precisamente porque no había democracia interna en el partido histórico de México.
Ya en el poder amlo se convirtió en un peligro para esa democracia que ha tardado décadas en construirse en nuestra Nación, democracia que permite al ciudadano común, pedir cuentas al gobierno de sus acciones, democracia que protege los derechos humanos, que organiza elecciones, que delibera y participa, que RESPETA LA CONSTITUCIÓN.
Hoy el peje quiere desaparecer instituciones que son garante de la democracia como el IAIP, el INE, la CNDH… tiene intromisiones en el Poder Judicial, tiene descerebrados a los diputados y senadores con mayoría en el Congreso de la Unión, no respeta la ley y le importa un pepino la Constitución ¿a dónde nos lleva?
Para muchos de sus antiguos seguidores como Elena Poniatowska, Carmen Aristegui, Roger Bartra, Víctor Toledo, Miguel Barbosa o el preclaro Porfirio Muñoz Ledo, amlo es un traidor a los principios de su propio partido y, claro, de la democracia que juró defender.
Espero que los seguidores de don peje, hagan una profunda reflexión sobre estos conceptos aristotélicos y sepan que a lo que nos enfrentamos, es a la tiranía de un loco demente que no vive en nuestra realidad.
#NiUnVotoAMorena
#QuédateEnCasa
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