Salina Cruz, Oaxaca.- La crisis política que atraviesa el municipio de Salina Cruz vivió ayer un vergonzoso capítulo, cuando un grupo de comerciantes del mercado Ignacio Zaragoza acudió al parque central a tirar la basura. De pronto, volaron bolsas de desechos que inundaron el sitio con un pestilente olor.
En la plaza pública se desarrollaba un evento, presuntamente organizado por la autoridad municipal, como parte de la celebración de la Fiesta Pueblo 2021, cuya reina de las festividades es la hija de uno de los más cercanos colaboradores de Juan Carlos Atecas Altamirano.
La acción de los comerciantes, de arrojar los desechos justo en el escenario donde integrantes de la administración municipal escuchaban y bailaban al son de un grupo musical, enfadó a los pocos asistentes al evento que fue considerado por los inconformes como una afrenta al pueblo de Salina Cruz, toda vez que existen problemas más urgentes por atender, siendo la recolección de basura el más apremiante.
Este miércoles, se cumplieron 11 días desde que pobladores de La Ventosa cerraron el acceso al tiradero municipal a los camiones recolectores del Ayuntamiento de Salina Cruz, en demanda de que sea reconocida la nueva agente municipal que fue electa en una asamblea que, aparentemente, no cumplió con las formalidades legales.
Cada día, en Salina Cruz se generan alrededor de 40 toneladas de basura, siendo el mercado Ignacio Zaragoza uno de los principales productores de desechos por la actividad propia del centro de abasto. Algunos candidatos a la presidencia municipal han aprovechado el momento y han organizado brigadas para la limpieza del área, pero no ha sido suficiente para terminar con la inmundicia.
De esa forma, los comerciantes optaron por protestar arrojando los desechos en el parque central. “No es posible seguir soportando esto, ya llevamos varios días en la misma situación y no hay diálogo, estamos entre el cochinero. Se metieron con el mercado, ahora que se aguanten”, fue el reclamo de una vendedora.
La policía municipal poco pudo hacer para calmar la ira de los inconformes. “Esto no es evento del municipio, es ajeno”, se esmeraban en convencer los guardianes de la ley, pero su explicación resultó poco convincente para los desesperados locatarios.
“Nosotros no estamos con ningún partido político, estamos aquí por nosotros mismos”, se desgañitaban los músicos que prefirieron tocar el son La Petrona, mientras los comerciantes seguían aventando los desechos.
La acción de los comerciantes también disgustó a un sector de la población que se encontraba a lo lejos disfrutando de la música. Las familias que permanecían sentadas sobre las jardineras, a las sombras de los árboles, mostraron su inconformidad con la protesta. “Cómo vamos a venir así, cómo vamos a traer a nuestros hijos con este cochinero”, fue el reclamo de la ciudadanía.