En el marco del proceso de selección de jueces, magistrados y ministros que culminará con la jornada electoral del próximo 1 de junio, la magistrada Ana María Ibarra Olguín, aspirante a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), visitó Oaxaca para reunirse con abogados y colectivos de mujeres. En el encuentro, enfatizó la necesidad de una reforma judicial profunda que recupere la confianza ciudadana y transforme el acceso a la justicia en el país.
“El sistema judicial mexicano es elitista, cerrado a las necesidades sociales y extremadamente formalista. La justicia que es lenta e inaccesible no es justicia. Necesitamos jueces y magistrados comprometidos con la transformación, que vean el derecho como un motor de cambio social y no como una herramienta para obstaculizar el acceso a la justicia”, expresó.
Ibarra Olguín destacó que la reforma judicial en curso permitirá, por primera vez en la historia de México, que la ciudadanía elija a los jueces y magistrados, asegurando que la mayoría de los ciudadanos apuesta por perfiles progresistas que impulsen una justicia más cercana a la gente.
“Con esta reforma, podremos tener jueces que realmente acompañen el cambio y la transformación del país. La justicia no puede ser una moneda de cambio ni un obstáculo para los ciudadanos. Debe ser un medio para avanzar y garantizar derechos”, subrayó.
Una carrera judicial con casos emblemáticos
A pesar de su juventud, la magistrada cuenta con una trayectoria sólida en el Poder Judicial. Con más de diez años de experiencia, se ha desempeñado como proyectista en la SCJN, trabajando de cerca con el exministro Arturo Zaldívar en la resolución de casos de gran relevancia nacional.
“Tuve la oportunidad de participar en la discusión y resolución del caso sobre el consumo lúdico de la marihuana, el primer fallo sobre aborto en México que garantizó la decisión libre de las mujeres, el derecho al orden de los apellidos, la doble jornada laboral y la tragedia de la guardería ABC, entre otros temas clave”, destacó.
Desmiente críticas y defiende el proceso de selección
Sobre las críticas de sectores conservadores que aseguran que la reforma judicial “nació muerta”, Ibarra Olguín rechazó tales afirmaciones y expresó su confianza en el proceso democrático que se avecina.
“El proceso de selección ha sido riguroso, con exámenes y entrevistas públicas. No ha habido decisiones en lo oscurito. Todo puede ser revisado y auditado, lo que garantiza transparencia y respeto a la democracia. Los nuevos jueces, además de ser técnicamente capacitados, serán legítimos porque contarán con el respaldo del pueblo de México”, afirmó.
Señaló que el futuro de la justicia en el país estará en manos de los jueces, magistrados y ministros que sean elegidos en este proceso histórico, y destacó la importancia de que el debate continúe en todos los foros posibles.
“El 1 de junio, los ciudadanos tendrán en sus manos la decisión de elegir jueces progresistas o conservadores. La elección definirá si transformamos el sistema judicial o seguimos con más de lo mismo”, advirtió.
Por último, la magistrada se describió como una aspirante de cambio con una trayectoria impecable. “Tengo las manos limpias y la conciencia tranquila. Mi único objetivo es servir al pueblo de México con una justicia justa y accesible para todos”, concluyó.