CIUDAD DE MÉXICO (EA) — La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que enviará al Congreso una propuesta de reforma legal para prohibir la difusión de propaganda pagada por gobiernos extranjeros en medios de comunicación mexicanos, tras la aparición de un anuncio antimigrante promovido por la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem.
El mensaje, que ha sido transmitido en televisión mexicana desde hace algunos meses y recientemente durante partidos de fútbol, advierte a los migrantes que no intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos. En el video, Noem afirma: “Si vienen a nuestro país e infringen nuestras leyes, los perseguiremos. Los delincuentes no son bienvenidos en Estados Unidos”. La funcionaria también indica que transmite “un mensaje del presidente Donald Trump al mundo”.
Sheinbaum calificó el contenido del anuncio como “discriminatorio” y afirmó que su gobierno no permitirá que agentes o entidades extranjeras utilicen medios nacionales para influir en temas internos. La iniciativa pretende reactivar un apartado derogado en 2014 de la Ley Federal de Telecomunicaciones que prohibía expresamente ese tipo de contenidos.
La reforma establecería que “los concesionarios y permisionarios de radiodifusión y televisión en el país no podrán transmitir propaganda política, ideológica o comercial de gobiernos o entidades extranjeras”, y tampoco permitir el uso de sus espacios para influir en asuntos internos de México.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), dependiente de la Secretaría de Gobernación, envió una carta a los medios de comunicación que difundieron el anuncio solicitando su retiro. El organismo argumentó que el contenido “atenta contra la dignidad humana y puede fomentar actos de rechazo o violencia hacia migrantes”.
La difusión del mensaje ocurre en un contexto en el que el expresidente Donald Trump, aspirante a la presidencia en 2025, ha intensificado su retórica contra la migración irregular. Según The Washington Post, Trump ha planteado como objetivo la deportación de un millón de personas en un año, una cifra sin precedentes que duplicaría el récord de 400 mil deportaciones registrado en 2011 bajo el gobierno de Barack Obama.
El medio estadounidense reportó que este plan está siendo mencionado con insistencia en instancias federales y podría incluir expulsiones a terceros países, incrementando la presión sobre naciones como México.