El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la implementación de urnas únicas y casillas seccionales para la elección judicial de 2025, en la que se elegirán 881 cargos. Este modelo busca agilizar el proceso de votación y minimizar la carga de trabajo de los funcionarios de casilla.
Casillas y urnas unificadas
Para evitar confusiones y optimizar el flujo de votantes, el INE instalará 83 mil 997 casillas en todo el país, cada una de ellas recibiendo entre 100 y mil 250 personas de la lista nominal. En estas casillas se utilizará una urna única, sin distinción entre elecciones federales y locales, permitiendo que los ciudadanos depositen todas sus boletas en un solo lugar.
La consejera electoral Norma de la Cruz explicó que este modelo fusionará las elecciones de cargos judiciales federales con las elecciones locales de 17 estados, lo que reducirá significativamente el tiempo del escrutinio.
Funciones de los funcionarios de casilla
Los funcionarios de casilla tendrán una labor diferente a la habitual. En lugar de contar los votos, se encargarán exclusivamente de separar las boletas por tipo de cargo y de inutilizar las que no hayan sido utilizadas. Posteriormente, los paquetes serán trasladados a los centros donde serán escrutados y computados.
El consejero Jorge Montaño, presidente de la Comisión Temporal del Proceso Electoral Extraordinario para Cargos del Poder Judicial, recordó que este tipo de casillas estará dirigido especialmente a ciudadanos en tránsito que, por circunstancias de fuerza mayor, no puedan acudir a su casilla correspondiente.
Casillas seccionales especiales
Además, el INE aprobó la instalación de casillas seccionales especiales, cada una con mil boletas disponibles y ubicadas en un distrito judicial.
Como parte del proceso de organización, se realizó el sorteo de la letra que determinará el reclutamiento de los funcionarios de casilla. Las personas cuyo primer apellido inicie con la letra “J” y que hayan nacido entre febrero y mayo tendrán la oportunidad de participar en la jornada electoral.
Con estas medidas, el INE busca garantizar una elección más eficiente y organizada, facilitando el proceso tanto para votantes como para los funcionarios electorales.