San Raymundo Jalpan, Oaxaca.- Ante el pleno de la Sexagésima Quinta Legislatura del Congreso del Estado de Oaxaca, el diputado Eduardo Rojas Zavaleta, coordinador del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional propuso declarar el 13 de octubre de cada año el Día de las y los Cafeticultores Oaxaqueños.
Al ser Oaxaca un estado con suelo rico, de gente muy trabajadora, capaz de interpretar la fertilidad de la tierra para transformarla con ayuda de la madre naturaleza, en polvo y aroma, esencia de una bebida que por su magia encanta y por su sabor conquista, en una buena taza de café, es de suma importancia dar el merecido reconocimiento a quienes se dedican a la producción del aromático.
Por ello, Lalo Rojas propone que además de visibilizar el talento, se consideren los desafíos que enfrentan las y los cafeticultores, mujeres y hombres de campo dedicados a la producción del café, con el fin de que se generen políticas públicas que beneficien a este sector.
“Estimo que, la herramienta más al propósito para conseguir esa notoriedad y con ello el respaldo gubernamental a través de políticas públicas atinentes, es el decreto que hoy vengo a proponer ante esta soberanía, para que se declare al 13 de octubre de cada año como día del cafeticultor oaxaqueño, no solo por el mérito sino por las demandas legítimas que acompañan a su especialidad y que es necesario resolver”.
El legislador considera necesario establecer apoyos y programas, además de a los 350 productores locales de café de alta especialidad, a todos los que viven entregados a esta actividad, para que cuenten con esquemas de capacitación, asistencia técnica y conseguir la certificación orgánica, equipamiento e infraestructura para abrir más y mejores canales de comercialización de su café a precios justos.
Frente a este escenario, Lalo Rojas convocó a la mesa directiva y demás integrantes de la legislatura local a respaldar la iniciativa para declarar el 13 de octubre de cada año “Día de las y los Cafeticultores Oaxaqueños”.
Antecedentes
De acuerdo con el Archivo General del Estado de Oaxaca, “se denomina café o cafeto a un género de árboles de la familia rubiáceas, a sus semillas (también llamadas cerezas) y a la bebida que deriva de ellas, un extracto mezclando agua caliente con el café tostado y molido, variando su preparación al poder agregarle canela, piloncillo o azúcar según el gusto de quien lo consuma”.
“México es un productor de café de excelente calidad, debido a su gran variedad de climas que permiten cultivar y producir variedades clasificadas dentro de las mejores del mundo, la variedad genérica que se produce en México es la arábiga. Es por esto por lo que, ocupa el quinto lugar a nivel mundial como productor de café, después de Brasil, Colombia, Indonesia y Vietnam. México es el primer productor mundial de café orgánico y uno de los primeros en café «gourmet” destacando por su calidad las variedades de las entidades de Coatepec, Pluma Hidalgo-Oaxaca, Jaltenango, Marago y Natural de Atoyac entre otras.
“Esto tiene una gran relevancia económica, social y ecológica para nuestro estado, puesto que es el sustento de miles de familias oaxaqueñas, que dependen directa o indirectamente de esta actividad generadora de empleos, al ser necesaria una gran cantidad de mano de obra para la producción e industrialización del café.
“Al inicio de la práctica de la cafeticultura, como sucedió en otros países productores, el café cosechado se destinaba al consumo interno y era mayor la importación que la exportación. Sin embargo, gracias a las bondades del café mexicano, su increíble sabor, variedad de notas de acidez, aroma y especies, pronto fueron conocidas y tomaron importancia en diferentes países orientales, como testigo tenemos un informe del cónsul de México en Alejandría, Egipto, que data del año de 1911, acerca del aumento notable de la importancia del café mexicano”, como manifestación del reconocimiento a los productores del grano en el estado de Oaxaca.
“En Oaxaca se cultiva café en siete de las ocho regiones que conforman el territorio, donde se ubican los 17 municipios productores, entre ellos Villa Alta, Ixtlán, Cuicatlán, Putla de Guerrero, Miahuatlán, Yautepec, Sola de Vega, Pluma Hidalgo, entre otros. Su calidad, sabor único, así como su producción en sus variedades: convencional y orgánico certificado, representa ingresos al estado por casi 314 millones 219 mil pesos (de acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera), del cual se benefician a más de 70 mil productores en la entidad. El aromático ubica al estado en cuarto lugar en producción nacional de cafeticultura, debido a sus peculiares características de suelo, altura y clima que hacen posible el cultivo del aromático de alta especialidad, y en los primeros lugares de exportación a países como Canadá, Estados Unidos y Austria.
“Esto no ha sido una tarea fácil ya que se han enfrentado a diversas dificultades, desde el azote de plagas, el cambio climático y la mala paga a los productores cafeteros, así como la exclusividad de producción al exterior en la época del Porfiriato, donde se impuso un sistema de semi-esclavismo” que posteriormente con el surgimiento de la revolución trajo consigo una reforma agraria que benefició a los productores con el reparto de tierras.
“A pesar de todo esto y de que México posee el quinto lugar como país productor de café más importante a nivel mundial, el consumo del grano en nuestro país es sumamente bajo. Ya que la mayoría prefiere comprar café soluble o café en el supermercado que es exportado por empresas extranjeras, desvalorizando nuestro propio café”.