Familiares de las 49 niñas y niños muertos en el incendio de la guardería ABC tomaron el viernes (06.11.2020) el edificio de la Secretaría mexicana de Gobernación (SEGOB) para exigir justicia a 11 años del hecho, ocurrido el 5 de junio de 2009 en el norteño estado de Sonora.
Mujeres y hombres saltaron la cerca del inmueble y forcejearon con policías en el centro de Ciudad de México para demandar un encuentro con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, a quien acusaron de incumplir con sus promesas.
“Ya estamos más, ya estamos más, señor Alejandro Encinas, lo estamos esperando todavía, seguimos aquí esperando, ojalá que se apure a comer y venga”, expresó uno de los padres desde el patio del edificio principal.
¿Por qué protestan?
El incendio de la guardería ABC de la ciudad de Hermosillo es uno de los casos emblemáticos de la impunidad en México porque aún no se deslindan responsabilidades por la muerte de 49 niñas y niños y las lesiones a otros 80 tras el fuego.
La estancia infantil era privada, pero funcionaba con el modelo de subrogación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se acercó a los familiares tras asumir el mandato en diciembre de 2018, y un año después la Fiscalía General de la República (FGR) reabrió el caso.
El pasado 12 de marzo, López Obrador firmó un decreto para otorgar pensión vitalicia a las madres de las niñas y niños fallecidos, y todos los que sobrevivieron con lesiones, pero las familias denunciaron este viernes que la impunidad persiste. Por ello, colocaron cruces con los nombres de sus hijos fallecidos en los patios de la sede de SEGOB.
Antes de su manifestación en el edificio, una mujer llamada Silvia Castillo, escaló las rejas para pedir justicia por su hijo asesinado en el central estado de San Luis Potosí. En el lugar también estaba Marcela Alemán, madre de una niña víctima de violencia sexual. Ambas exigieron la presencia de Olga Sánchez Cordero, titular de la SEGOB.
Tomar edificios del Gobierno de México se ha convertido en una de las acciones más recurrentes de los activistas y víctimas en los últimos meses. La táctica inició el 4 de septiembre con la toma de una de las sedes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en Ciudad de México, lo que desató una onda de protestas que se replicó en al menos 26 de las 32 entidades del país.
Con información de DW