Zona de baja presión causa estragos en el Istmo y la Costa

Salina Cruz, Oaxaca. — Una zona de baja presión con 40% de probabilidad para desarrollo ciclónico ha causado estragos en menos de 24 horas en municipios del Istmo y la Costa oaxaqueña.

Comunidades como Chipehua y Santiago Astata y playa la Colorada reportaron desde ayer una especie de mar de fondo que inundó palapas y restaurantes.

Las artes y las lanchas de los pescadores de estas comunidades estaban siendo arrastradas por el mar.

Mientras que en el municipio de Salina Cruz, arroyos y cunetas arrastraron vehículos afectando la circulación vial.

En la colonia Guadalupe de esta ciudad y puerto, una camioneta fue arrastrada por la fuerte corriente de agua de lluvia.

En en Barrio Juárez parte alta, un taxi cayó al voladero al ser arrastrado por los escurrimientos debido a las precipitaciones.

A través de redes sociales, circularon imágenes del nivel elevado de agua que afectó el departamento del taller mecánico de la refinería Ingeniero Antonio Dovali Jaime.

En el municipio de Santo Domingo Tehuantepec, se reportó un incremento en el cauda del Río Tehuantepec, que de acuerdo con Protección Civil Muncipal, de continuar la lluvia en las próximas horas, la viviendas ubicadas en la margen del afluente podrían resultar afectadas por inundaciones.

Además, se mantiene el monitoreo constante del nivel de agua de la Presa Benito Juárez de Jalapa del Marqués, ya que hace dos días, presentaba un 106.3% de su capacidad.

En Juchitán de Zaragoza varias secciones presentaron inundaciones, principalmente las situadas a las orillas del Río los Perros.

En la Octava Sección de Cheguigo, el conductor de una camioneta que intentó cruzar el vado rayón, fue rescatado por elemetos de la Policía Municipal y Protección Civil, al quedar atrapado en la corriente del Río Los Perros.

La Coordinación Estatal de Protección Civil, informó que esta mañana la Zona de baja presión, se localizaba a 150 kilómetros al este de Puerto Ángel y se desplaza hacia al oeste, con vientos máximos sostenidos de 30 kilómetros por hora y rachas de 40 kilómetros por hora, por lo que se mantiene el monitoreo constante.