Morena: el gran perdedor
Habrá quienes digan que soy un ave de mal agüero, que fiel a mi tradición de andar buscando las podridas me encanta hacer las veces de agorero de la mala suerte. Pero, una de dos: el descalabro morenista de ayer en seis municipios de Oaxaca fue fruto del exceso de confianza, o es el augurio del descarrilamiento que le espera a la locomotora morenista en los comicios del próximo 5 de junio.
El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) instaló 167 casillas en los siete municipios que fueron convocados a elecciones extraordinarias, esto es, el 100% de los centros de votación previstos para la jornada comicial del pasado domingo, 27 de marzo.
El proceso electivo transcurrió con relativa normalidad en los municipios de Santa Cruz Xoxocotlán, San Pablo Villa de Mitla, Chahuites, Santa María Xadani, Santa María Mixtequilla, Reforma de Pineda, con excepción de Santiago Laollaga, en donde se registraron algunos disturbios que motivaron la intervención de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares, con corte a las 00:42 horas de este lunes, el gran perdedor fue el Partido Morena, que obtuvo una sola alcaldía de las siete que se disputaron, la de Santiago Laollaga, donde su candidato Felipe Benítez Domínguez ganó —de calle— con el 98.87 por ciento de los sufragios contra el 0.37 por ciento de su más cercana competidora, la “prianista” Viviana Espinosa Ríos.
El Verde Ecologista se perfila como el gran ganador de los comicios extraordinarios, pues se alzó con el triunfo en 4 demarcaciones: Chauites, con el 55.70 por ciento de los votos contra el 35.16 por ciento de Morena; Reforma de Pineda, con el 40.79 por ciento de los sufragios por el 33.31 por ciento del candidato del PAN-PRI-PRD; Santa María Mixtequilla, con el 36.01 por ciento de los votos contra el 27.78 por ciento del partido guinda; y Santa María Xadani, con el 38.96 por ciento de los sufragios contra el 29.52 por ciento de Nueva Alianza de Oaxaca.
La joya de la corona, Santa Cruz Xoxocotlán, se les escurrió de las manos a los acólitos de la cuarta transformación, quienes tomaron la pésima decisión de secundar la candidatura de Tania López López, cónyuge del ex alcalde trásfuga Alejandro López Jarquín, quien se resiste a soltar la ubre municipal.
El ex perredista ya daba por descontado que a través de su cónyuge seguiría regenteando las arcas de uno de los municipios más importantes en la entidad, que en 2022 recibirá, tan solo de Participaciones Fiscales Federales, 137 millones 341 mil 023 pesos.
Los resultados fueron claros y contundentes, con el 50.72 por ciento de los votos, Inocente Castellanos Alejos, candidato común del PAN-PRI-PRD-PNAO, se alzó con la victoria haciendo añicos la codicia de la “pareja presidencial” que solo obtuvo el 42.72 por ciento del respaldo popular.
¡Lástima, jovencitos! Si al caso será para la próxima… ¡si es que la hay! Asumir como sentencia irrebatible que por estar en “el movimiento” les toca cosechar “el trabajo político” de su jefe, el presidente López Obrador, es un craso error; porque la gente que vive en los municipios observa, anota y… ¡vota! Para todos los efectos prácticos, el mandato fue contundente: no más Alejandro Jarquín en Xoxocotlán.
¡Para que les sirva de escarmiento! O los morenistas trazan con precisión su ruta, desplegando su estrategia con disciplina y organización, sin desdeñar la operación política en tierra, o terminarán echando por la borda su oportunidad de arribar, una vez más, a la gubernatura —si es que las encuestas que presumen no están “cuchareadas”. Y digo una vez más, porque muchos se lucieron “metiéndole la mano a la piñata” en el sexenio del malogrado gobernador aliancista Gabino Cué Monteagudo.