La neurosis, entendida como una enfermedad que genera alteraciones emocionales, ha tomado una especial relevancia en medio de la pandemia por COVID-19.
Relacionada con ansiedad, depresión, irritabilidad, celos e ira, emociones que muchas veces generan violencia familiar, en la calle, o ante determinadas circunstancias, la neurosis puede llevar al suicidio, o en otro escenario a la comisión de crímenes tan graves como el asesinato, explicó Pablo Sánchez García, gerente administrativo de la oficina central de Neuróticos Anónimos Asociación Civil.
“Cuantas veces no hemos sabido de personas que, en un incidente de tráfico se bajan muy enojados de su carro, algunas veces con pistola, disparan y matan a la persona con la que discutían. Eso hace la neurosis. Causa reacciones de este tipo, nos lleva a ideas que impactarán para toda nuestra vida como lo es un asesinato ideas suicidas o intentos de suicidios”, destacó.
El encierro, la incertidumbre, el temor a la enfermedad y otras circunstancias provocadas por el virus SARS COV2 (COVID-19), han afectado la salud mental de la población, y de no atenderse, en el futuro será un problema con graves consecuencias sociales.
“Este tipo de situaciones genera ansiedad, temor, incertidumbre frustración emociones que están, que no podemos trabajar si no tenemos un grupo de autoayuda o algún otro recursos que nos permita echar fuera esas preocupaciones. Si no se desechan se acumulan cada vez más”.
Sánchez García, destacó que esta enfermedad hace sufrir, causa dolor, es progresiva e incluso puede llegar a ser mortal: “Es una enfermedad que no respeta edad, sexo ni posición social o educación, ataca a todas las personas por igual, sean hombres, mujeres, niñas y niños”.
Se calcula que entre el 90 y 95 por ciento de las personas en alguna etapa de su vida puede llegar a presentar algunos de los síntomas de la neurosis, y se estima que esta enfermedad podría incrementarse en los siguientes años como uno de los impactos desprendidos de la crisis de salud que se vive en la actualidad.