Mario Draghi pidió que se suspendiera la sesión porque iba a acudir de inmediato a comunicar su renuncia al jefe del Estado, Sergio Mattarella, quien se espera que convoque elecciones anticipadas, aunque también podría encargarle buscar otra mayoría para agotar la legislatura u otorgar esa misión a otra figura técnica o institucional.
Hacia las 10 y media de la mañana de este 21 de julio, la oficina de prensa de la presidencia, confirmó la renuncia del político. Mario Draghi “reiteró su renuncia y la del Ejecutivo que encabeza”, indicó la presidencia en un breve comunicado, en el que precisa que “se ha tomado nota” de la decisión y que permanecerá por ahora en el cargo para “dirigir los asuntos corrientes”.
La decisión de Draghi llega después de que tres socios de su coalición de gobierno, la conservadora Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi, la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Giuseppe Conte, le retirasen su apoyo en una moción de confianza este miércoles en el Senado.
La sesión en la Cámara de Diputados, que se retomará a las 12.00 horas (10.00 GMT), cerrará el proceso parlamentario iniciado ayer en el Senado a instancias de Mattarella, quien el pasado jueves rechazó su renuncia por el abandono de uno de sus socios, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), y le instase a acudir al Parlamento para intentar reconstruir la coalición gubernamental.
El primer ministro fue al Senado para intentar reconstruir la coalición de unidad nacional que le apoyaba, pero terminó perdiendo el apoyo de tres miembros de su Gobierno, el populista M5S, la conservadora Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi y la ultraderechista Liga de Matteo Salvini.
Crisis política en medio de crisis económica, crisis energética y crisis del sistema político
Draghi abandonó el Senado tras conocer las intenciones de sus socios y antes del final de la votación, que terminó ganado con 95 votos a favor y 38 en contra, aunque sólo votaron 133 del total de 320 senadores. El economista encabeza una coalición de unidad nacional desde febrero de 2021 en la que estaban casi todos los partidos del hemiciclo, excepto los ultras Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.
La semana pasada la crisis se desató en su coalición después de que el M5S no votara una moción de confianza, desmarcándose del resto de sus socios, lo que empujó a Draghi a presentar su dimisión.
Sin embargo, el presidente Mattarella rechazó su renuncia y le emplazó a buscar una solución en el Parlamento, lo que había empezado hoy en el Senado y continuará mañana en la Cámara de Diputados, aunque se trata de una misión imposible por el enfrentamiento entre el M5S y la derecha. Berlusconi y Salvini ven con buenos ojos la convocatoria de elecciones anticipadas, que podrían celebrarse a principios de octubre y que es la opción que desde hace días exige su socia electoral y líder ultra Meloni, sola en la oposición y primera fuerza del país según la mayoría de las encuestas.
En los últimos días, sindicatos, patronales, numerosas asociaciones de toda índole e incluso la Iglesia católica habían animado a la continuidad de Draghi debido a la crisis económica, energética y social en curso.