De acuerdo con la alerta de la EFSA, y retomada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la fruta cortada a la mitad o picada en cuadros pequeños no causa daños a la salud; sin embargo, comprarlas de esa forma conlleva riesgos para mantenerla fresca, entre los cuales se enlistan:
- Al cortar la fruta, la superficie o el utensilio podrían estar sucios y eso la contaminaría en primera instancia.
- De no mantenerse en temperatura ambiente después de ser cortada, las bacterias podrían alojarse en las frutas.
- La fruta expuesta a la intemperie tiende a oxidarse, lo que reduce sus propiedades como vitaminas.
¿Cuáles son los riesgos de consumir la fruta en esta presentación?
Los patógenos más prevalentes en frutas como melón, sandía, piña y papaya son bacterias que contaminan el producto que poseen potencial para crecer durante la postcosecha. Entre ellas, Listeria monocytogenes, Salmonella, Bacillus cereus y E. coli.