La fiscalía rusa anunció este jueves que el periodista estadounidense Evan Gershkovich, que está preso desde 2023, será juzgado próximamente en un tribunal en los Urales por “espionaje”, ya que está acusado de haber recolectado informaciones sobre una fábrica de tanques para la CIA. El reportero se encuentra preso en la conocida prisión de Lefortovo de Moscú desde que fue detenido.
“La causa penal fue remitida al tribunal regional de Sverdlovsk para que analice el fondo”, declaró la oficina del fiscal que acusa al reportero que trabajaba para el diario The Wall Street Journal de haber “recolectado información secreta” sobre el fabricante de tanques Uralvagonzavod para los servicios estadounidenses, acusación negada por el periodista, su empleador y la Casa Blanca.
El caso penal fue remitido a Sverdlovsk, cuya capital es Yekaterimburgo, porque en esa ciudad el reportero fue detenido por el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB). De acuerdo con la Fiscalía, Gershkovich -de 32 años- “llevó a cabo acciones ilegales tomando medidas de gran secretismo”. Según Vladimir Putin, líder del régimen, el periodista fue atrapado “in fraganti”.
Acusación “escandalosa”
Se trata del primer periodista occidental arrestado en Rusia por espionaje desde la época soviética. Según las autoridades rusas, se está discutiendo sobre un posible intercambio de prisioneros que involucra a Gershkovich. El mismo Putin insinuó que Moscú podría intercambiarlo por un hombre que es acusado por Alemania de trabajar para el régimen cuando mató a un comandante rebelde checheno en Berlín.
El diario The Wall Street Journal, en tanto, calificó de “escandaloso” el anuncio. “Evan Gershkovich enfrenta una acusación falsa y sinsentido. La decisión de Rusia de realizar un juicio amañado es, como se esperaba, muy decepcionante y no deja de ser por ello menos escandalosa”, declararon en un comunicado la jefa de redacción, Emma Tucker, y los máximos directivos del diario.
El comunicado del Journal dice que su reportero está detenido hace 441 días “simplemente por hacer su trabajo. Evan es periodista”. “La difamación del régimen ruso contra Evan es repugnante y se basa en mentiras calculadas. El periodismo no es un delito. El caso de Evan es un ataque a la libertad de prensa”, afirma el comunicado. Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, dijo que la acusación rusa tenía “cero credibilidad” y exigió la libertad inmediata del periodista.
Por Agencias.