Los amantes de lo ajeno tienen una maldad que nunca duerme, pero hoy el tiro les salió por la culata.
Este miércoles, tres sujetos asaltaron a un empresario —cuya identidad se mantiene bajo reserva— cuando este salía de una sucursal del banco BBVA ubicada en la esquina de García Vigíl y Morelos, en el centro de la ciudad de Oaxaca.
Por increíble que parezca, la que se supone es una de la zonas mejor custodiadas de la ciudad “educadora” está atenazada por la delincuencia. ¿Y la policía? Bien gracias.
Fuentes de la Fiscalía enteradas del caso, me confirmaron que alrededor del mediodía los tres individuos amagaron al empresario, sin sospechar que uno ya no viviría para contar su osadía.
Uno de los escoltas que acompañaban a la víctima del atraco abatió a tiros a uno de los asaltantes, quien se sabes respondía al nombre de Luis Tadeo S. H., originario de Tlaxcala, mientras que sus compinches se daban a la fuga con el botín.
Lo inaudito no quita que la Policía de la ciudad que gobierna Francisco Martínez Neri este de adorno, pues, solo atrapan beodos y una que otra rata de poca monta. No hay inteligencia. Menos aún patrullajes. Siempre llegan “ya que pasó el pleito”.
La cuestión que confirma el fracaso del eslogan “Municipio Seguro” estriba en que, si esto pasa en el centro de la ciudad, a cinco cuadras del cuartel de la Policía Municipal, ¿qué no pasará en las colonias populares?
¿Por qué extraña razón en sus filtros de seguridad que dicen ubicar en diferentes puntos de la ciudad no dan con estos malhechores?
Bien sea por ineficacia o por complicidad, la policía citadina no puede encogerse de brazos y tirarle la responsabilidad a la Policía del Estado, es cierto que ambas van atadas a la misma suerte, pero no cargan el mismo peso.
Ahora, si la Policía Municipal no tuviese responsabilidad ¿qué hacemos con lo dispuesto en los molestos y embarazosos artículos 21 de la Constitución Federal y 7 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública?
Desde luego que el secretario de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Protección Civil del Ayuntamiento morenista, Raúl Ávila Ibarra, nos debe una explicación sobre estos hechos.