En la capital, Lima, la principal manifestación se celebró en la plaza San Martín, a pocas cuadras del Palacio Presidencial y del Parlamento. Al menos cuatro periodistas resultaron heridos por perdigones y 16 manifestantes fueron detenidos, según la Coordinadora de Derechos Humanos.
Las protestas diarias empezaron el lunes tras la destitución de Martín Vizcarra, que fue reemplazado por Merino, quien hasta entonces desempeñaba el cargo de Presidente del Congreso.
En declaraciones a la colombiana W Radio, Merino señaló que las manifestaciones se celebraban “por desconocimiento” de los peruanos.
“Lamentablemente, hay manejos de comunicación tendenciosos que han generado un poco de falta de conocimiento a la población”, indicó.
El expresidente Vizcarra criticó la actitud “agresiva” de la policía y dijo que le preocupaba el nombramiento del nuevo primer ministro, Antero Flores-Aráoz, porque “era como volver al pasado”.
Vizcarra acudió el jueves a una citación al despacho del fiscal Germán Juárez, luego dijo a la prensa que había solicitado que los investigadores levanten el secreto sobre sus cuentas bancarias y sus comunicaciones.
“No voy a dejar el país, no voy a ir a ninguna embajada, no me voy a internar en ninguna clínica, voy a estar en mi domicilio contribuyendo con todas las investigaciones”, dijo en referencia a las estrategias para escapar de la justicia usadas por otros expresidentes peruanos.
El viernes, una jueza decidirá si le prohíbe salir del país por 18 meses.
El expresidente fue destituido el lunes por el Parlamento tras la acusación de que recibió 630.000 dólares por dos obras públicas hace seis años. Los datos se basaron en una investigación fiscal que recoge delaciones de ejecutivos de constructoras que buscan reducir sus posibles sentencias.
En la juramentación de sus ministros, Merino dijo que su gestión de ocho meses no producirá “ningún cambio traumático” y respetará las elecciones presidenciales de abril. El flamante gabinete está formado por secretarios conservadores, igual que Flores-Aráoz, de 78 años.
El nuevo gobierno de Merino ha llevado a Human Rights Watch a pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) convoque a una sesión urgente de su consejo permanente para vigilar de cerca la situación de Perú.
El grupo de derechos humanos con sede en Nueva York dijo en un comunicado que “la forma” en que el Congreso peruano destituyó a Vizcarra y las consecuencias en la independencia del Tribunal Constitucional son “una grave amenaza al Estado de Derecho en el país”.
HRW pidió a la policía peruana “abstenerse” de usar la fuerza de forma excesiva durante las multitudinarias protestas.
Manuel Merino gobernará ocho meses y entregará el poder al próximo presidente el 28 de julio.
Con información de AP