Oaxaca de Juárez, Oaxaca. – Una disputa al interior de las bases de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), generó un conato interno en la celebración de su asamblea plenaria, donde un grupo incendió una de las puertas.
Los docentes discutían el nombramiento de miembros de la Comisión Política que quedaron pendientes de elegirse, sin embargo, hubo jaloneos porque según su reclamó no se respetaron los lineamientos de elección estatutarios.
Por lo que un bloque, identificado con el ex líder de la sección 22 Eloy López Hernández, se inconformó por la nominación y postulación en la nueva comisión política del profesor José Antonio Altamirano Marín y causó un altercado, donde hubo jaloneos y uno de los disidentes para tratar de reventar la plenaria, arrojó gasolina y le prendió fuego a una de las puertas del auditorio magisterial, que fue controlado por maestras y maestros de la comisión de vigilancia que acarrearon agua con cubetas para sofocar el siniestro.
Al final se disolvió la asamblea, pero con el acuerdo votado por la mayoría para que asuma sus funciones en su cargo directivo el maestro increpado por disidentes.
La comisión política de la sección 22 de la CNTE está conformada por 14 docentes, dos por cada región del estado de Oaxaca y es presidida por la actual líder del magisterio Yenny Pérez.
}Una vez conformada la comisión política y la toma de nota de la nueva dirigencia, la sección 22 de la CNTE se encuentra lista para iniciar la ronda de negociaciones con el gobierno de Oaxaca y la federación donde se está demandado la instalación de una mesa jurídica urgente para atender el tema de los desaparecidos y los casos de represión, junto con las exigencias de justicia por la masacre de Nochixtlán.
Además de que están planteando una respuesta a todas las incidencias administrativas de trabajadores regularizados que quedaron pendientes en el régimen del ex gobernador Alejandro Murat y la regularización de pensiones a profesores jubilados.
Otro tema a tratar es la entrega de 720 plazas de maestros a los estudiantes de las 11 normales rurales indígenas que están pendientes de autorizar ya que hay oposición de los egresados a ser sujetos de una evaluación previa.