Un mayor número de mujeres participa en grupos criminales; sin embargo, un análisis detallado revela una realidad “más matizada y compleja”, señala un análisis del centro de investigación Insight Crime.
De acuerdo con su investigación, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sugieren que hay un número considerable de mujeres que participan en delitos de alto impacto, como homicidio y secuestro; sin embargo, agrega, en el caso de economías criminales como el tráfico de armas o drogas, las autoridades usualmente arrestan a mujeres en los eslabones más bajos de las cadenas de suministro.
Los tipos de delitos por los que se detiene a las mujeres también se concentran de manera geográfica, de acuerdo con el análisis. Por ejemplo, las mujeres presas por desaparición forzada se encuentran predominantemente en Jalisco, mientras que las recluidas por extorsión y secuestro extorsivo se han concentrado en el Estado de México.
Las cifras
El think tank con sede en Washington y Medellín retoma los datos del INEGI que registran un crecimiento en el número de mujeres privadas de la libertad por delitos asociados al crimen organizado. Las cifras de mujeres sentenciadas y en prisión preventiva por estos delitos pasaron de 9 mil 754 en 2017 a 11 mil 295 en 2022.
Los dos principales delitos por los que se acusó a las mujeres fueron homicidio y secuestro; aunque el número de mujeres presas por el primer delito se mantuvo estable, el secuestro fue uno de los delitos que registró un mayor incremento en 2022, con un alza del 73 por ciento en comparación con 2017, destaca el análisis.
Asimismo, en el caso de las mujeres se registró un repunte del 75 por ciento en delitos de armas y del 35 por ciento en narcotráfico. Otros aumentos considerables fueron en los delitos de desaparición forzada, con 6 mil 800 por ciento, y tráfico de personas indocumentadas, con un incremento del 278 por ciento. Anteriormente, de acuerdo con Insight Crime, el número de mujeres presas por estos delitos era casi nulo.
Los eslabones más bajos
Estas tendencias, expone el análisis, se dan en un contexto en el que varios estudios han encontrado que el papel de las mujeres en los grupos de crimen organizado en México se está diversificando.
En ese contexto menciona un informe del International Crisis Group publicado en 2023, el cual encontró que las mujeres consideran cada vez más viable la participación en estructuras del crimen organizado para adquirir poder y protección en contextos de creciente violencia basada en género.
Sin embargo, destaca Insight Crime, aunque los datos del INEGI sugieren que hay un número considerable de mujeres que participan en delitos de alto impacto, como homicidio y secuestro, las autoridades usualmente arrestan a mujeres en los eslabones más bajos de las cadenas de suministro.
Por ejemplo, señala, el 65% de las mujeres presas por narcomenudeo en 2022 estaban acusadas de posesión simple y posesión con fines de comercio, y en el caso del narcotráfico, el 30% fueron detenidas por posesión y el 25% por transporte de drogas.
En delitos relacionados con armas, el 93% de las mujeres está preso por portación y posesión, comparado con el uno por ciento que está preso por tráfico.
El análisis cita la opinión de Angélica Ospina, investigadora de International Crisis Group, quien plantea que la mayoría de las mujeres que participan en redes de narcotráfico están en la base de la estructura, en lugar de posiciones de liderazgo, lo que aumenta sus probabilidades de ser detenidas.
“Por otro lado, muchas de las mujeres en los eslabones bajos enfrentan una situación de vulnerabilidad económica y social, en la que suelen carecer de recursos y el apoyo necesario para defenderse legalmente o financiar su salida de prisión. Los grupos criminales tampoco suelen respaldarlas”, añade.
Y es que las mujeres acusadas por delitos de crimen organizado son más propensas a permanecer en prisión preventiva en comparación con los hombres; por ejemplo, para el final de 2022, el 47% de ellas no había recibido sentencia, comparado con el 36% de los hombres presos por los mismos delitos, señala el análisis.
Dinámicas criminales locales
El estudio presenta algunos datos en los que se cruza la dinámica geográfica del delito con el tipo de detención que afecta a las mujeres
En 2022, la entidad que concentró la mayor tasa de mujeres presas por delitos relacionados al crimen organizado fue Baja California, con 29 mujeres por cada 100 mil habitantes.
Chihuahua aumentó más del triple su tasa de mujeres en prisión, pasando de 5 a 17 por cada 100 mil habitantes entre 2017 y 2022. Los principales delitos que se registraron también fueron narcotráfico, narcomenudeo y homicidio.
Las mujeres presas por desaparición forzada se encuentran predominantemente en Jalisco, donde ha habido un aumento sostenido entre el 2017 y el 2022.
Las mujeres presas por extorsión y secuestro extorsivo se han concentrado en el Estado de México, con 198 y 951 casos respectivamente en 2022.
Enfoque punitivo
Insight Crime toma también la opinión de la académica Cecilia Farfán-Mendez, asociada a la Universidad de California en San Diego y experta en crimen organizado, quien también destaca el papel que tiene la estrategia contra el narcotráfico enfocada en atender el problema desde una política criminal en lugar de una de salud pública.
En el caso de Jalisco, solo una de las mujeres presas por desaparición forzada contaba con sentencia a finales de 2022, lo cual Farfán-Méndez relaciona con las estrategias de mano dura: “Es un indicio de que las autoridades están haciendo arrestos, no necesariamente que aquellas mujeres sean culpables”.