- AMLO manipuló el inconsciente colectivo del pueblo para dirigir el plebiscito contra los partidos enemigos, PAN, PRI, PRD y su candidata. Y no le faltó razón. Cayó en terreno fértil por la escandalosa corrupción, desmedida ambición y enorme soberbia de los dirigentes partidistas.
- Al “agandalle” de Alito, Marko y Chucho de las candidaturas plurinominales al Senado para garantizarse impunidad, se sumó la traición a la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, al no acreditar representantes de casilla.
El fraude histórico de Morena, similar al fraude patriótico del PRI, tiene varias lecturas que obligan a la reflexión, con positivos trascendentes como la desaparición de algunos partidos tradicionales.
Representa una bocanada de aire puro a la sociedad civil más que a los partidos PAN, PRI, PRD, el anuncio de la decisión de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz de impugnar los resultados electorales.
De entrada, saca de la cancha del INE, colonizado con Guadalupe Taddei, y lleva los resultados al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con mayor independencia aun incompleto.
Enloquecidos por la soberbia y la mezquindad, los dirigentes nacionales, estatales y municipales del PAN, PRI, PRD, no entienden que no entienden que está en juego su supervivencia política.
Consumado y contumaz animal político, genialmente perverso, una vez más el presidente Andrés Manuel López Obrador con mayúsculo cinismo, engañó con la verdad a sus enemigos de clase.
De manera insistente y machacona hemos advertido que el mayor problema de los opositores es olvidar quién y cómo es el Mandatario nacional, traiciona, pero no miente ni roba él directamente.
Con todas sus letras dijo antes de las elecciones de Estado y/o narcoelecciones que estas serían un referéndum. Pero como siempre se mueve en dos o tres pistas, lo fueron no solo para su gobierno.
Su lenguaje críptico manipuló el inconsciente colectivo del pueblo bueno y sabio para crear el ambiente propicio y dirigir el plebiscito contra los partidos enemigos, PAN, PRI, PRD y su candidata.
Y no le faltó razón. Su lectura y mensaje entre líneas tuvo éxito. Cayó en terreno fértil por la escandalosa corrupción, desmedida ambición y enorme soberbia de los dirigentes partidistas.
¡Qué mayor prueba de ello que el “agandalle” de Alito Moreno, Marko Cortés y Chucho Zambrano de las candidaturas plurinominales al Senado para garantizarse total inmunidad e impunidad!
A ello hay que sumar la falta de presentación de denuncias por actos anticipados de campaña a nivel nacional y la no presentación de candidatas mujeres, especialmente del PRI en Oaxaca.
Pero aún hay peores acciones, como la abierta traición a la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, al no acreditar representantes de casilla.
Por razones inconfesables, los dirigentes nacionales, estatales y municipales de los partidos que sabotearon el triunfo de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz siguieron entregando los estados a Morena.
En tales condiciones, el referéndum contra la falta de resultados del presidente López Obrador se desvió y golpeó severamente la línea de flotación de los coaligados, PAN, PRI, PRD y su candidata.
Ello no significa de ninguna manera justificar, ni mucho menos aceptar el escandaloso fraude orquestado por AMLO con apoyo de asesores cubanos y venezolanos. ¡Dios guarde la hora de tal atrevimiento!
Hasta ahora poco se ha observado que un elemento fundamental del Plan C para consumar el gran fraude histórico es usar a miles de migrantes con credenciales del INE como votantes cautivos.
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