Por Staff Estado Actual
Ciudad de México. – “Estamos preparados para recibir más malas noticias”. Con esa frase, el gobernador de Florida, Don De Santis, resumió la situación que enfrenta el estado, donde ayer se derrumbó en Miami, por razones que aún se desconocen, un edificio de viviendas de 12 plantas, alrededor de la una y media de la madrugada, hora local.
De los 136 apartamentos que integraban el complejo, 55 estaban en las dos alas que se desplomaron en menos de 10 segundos, dejando una montaña de escombros de ocho metros de altura, aproximadamente.
El derrumbe, captado por las cámaras de seguridad de los edificios colindantes, fue espectacular. Los 12 pisos se vinieron abajo como si hubiera sido una explosión controlada, atrapando entre miles de toneladas de escombros a las personas que estaban durmiendo en ellos.
Aunque no existía un recuento oficial definitivo, ayer por la tarde las autoridades habían informado de una persona muerta y 99 desaparecidas. Medios locales, sin embargo, han dado a conocer al menos tres fallecimientos.
Del total de desaparecidos, nueve son de nacionalidad argentina, seis paraguayos, incluyendo a la hermana de la primera dama del país, Silvana López Moreira, su esposo y sus tres hijos. Asimismo, hay cuatro ciudadanos venezolanos desaparecidos.
Aun cuando las razones que motivaron la caída del edificio se desconocen, paradójicamente, las instalaciones estaban siendo sometidas a la inspección rutinaria a la que deben sujetarse las construcciones en Miami cuando cumplen 40 años desde su edificación.
La revisión dura aproximadamente un año y, que se sepa, los inspectores no habían encontrado ninguna señal de alarma en la estructura de la torre.
Las cifras del coste en vidas humanas a consecuencia del derrumbamiento son sorprendentemente confusas y limitadas. Las autoridades locales han informado de que 53 residentes del edificio fueron localizados con vida, incluyendo a diez personas rescatadas de entre los escombros. Dos de ellas permanecen ingresadas por las heridas recibidas, aunque no se ha informado de la gravedad de su estado. Aparte, están los 99 residentes a los que los servicios de asistencia no han podido contactar.
Debido a la gravedad del accidente, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado el estado de emergencia y ha ofrecido toda la ayuda que se pudiese necesitar para atender la catástrofe.