Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, dijo que la vacuna contra el COVID-19, fabricada por Pfizer y BioNTech, podría hacer que las personas se conviertan en cocodrilos, que a las mujeres les salga barba y que los hombres hablen con voces afeminadas.
En el contrato de Pfizer, está muy claro: “No somos responsables de ningún efecto secundario. O sea que, si te conviertes en cocodrilo, ese es tu problema”, comentó el mandatario brasileño.
A pesar de haber lanzado el pasado miércoles el despliegue nacional de vacunación de Brasil, Bolsonaro ha insistido en que no será vacunado.
“Algunas personas dicen que estoy dando un mal ejemplo (por no vacunarse). Pero a los imbéciles, a los idiotas que dicen esto, les digo que ya cogí el virus, tengo los anticuerpos, entonces, ¿para qué vacunarme?”, expuso.
“Les digo, no me voy a poner ninguna vacuna. Es mi derecho y estoy seguro de que el Congreso no le creará dificultades a quien no quiera vacunarse”, agregó.
El jueves pasado, la Corte Suprema de Brasil dictaminó que la vacuna sería obligatoria pero que los brasileños no se verían obligados a recibir inyecciones.
Bolsonaro ha minimizado la pandemia durante muchos meses. En mayo, se refirió al coronavirus como una “pequeña gripe”.
En julio, dio positivo por el virus y contrajo fiebre. Le tomó tres semanas recuperarse.
La semana pasada, dijo que Brasil estaba “al final de la pandemia”.
De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, Brasil cuenta con 186 mil 356 muertes por COVID-19, además de siete millones 213 mil 155 casos confirmados del patógeno.