En el Contrato Social (1762), el filósofo francés del siglo de las luces Jean-Jacques Rousseau expuso que los ciudadanos aceptan pagar impuestos a cambio de los beneficios que reciben del Estado.
En su obra, For Good and Evil: The Impact of Taxes on the Course of Civilization (1930), el historiador fiscal Charles Adams sostiene que “los impuestos son tan antiguos como la civilización misma”.
Ya fuera en Mesopotamia, Egipto, o la antigua Roma, los tributos siempre se han recaudado, entre otras cosas, para financiar obras públicas y mantener al gobierno en funcionamiento. Ninguna administración sobrevive sin la aportación económica de sus ciudadanos.
Reza el adagio popular que: “en esta vida todo cuesta, o cuerpo o dinero”. Siguiendo esta lógica, los servicios públicos tienen un precio, y este se sufraga con las contribuciones. Concretito: los impuestos son una institución esencial para el funcionamiento del Estado y de la sociedad.
Ayer, un usuario de redes sociales compartió con los internautas un video en el que afirma que el municipio de Oaxaca de Juárez está ejerciendo un cobro desproporcionado por concepto de recolección de basura domiciliaria, al pasar de 478 a 1,411 pesos, un presunto aumento de 924 pesos con relación al ejercicio 2024.
Ni tardos ni perezosos, los malquerientes del nuevo gobierno enfilaron sus baterías para criticar severamente al edil de extracción verde ecologista, a quien tildaron de traidor por supuestamente faltar a su palabra de no aumentar los gravámenes municipales si llegaba a la alcaldía. El colmo: sugirieron que Francisco Martínez Neri fue tan benévolo que mantuvo un cobro bajo (478 pesos).
Pues bien, esa información es falsa, o cuando menos inexacta. El cobro que está ejerciendo el actual Ayuntamiento por este concepto está basado en la Ley de Ingresos del Municipio de Oaxaca de Juárez heredada del gobierno morenista que concluyó el pasado 31 de diciembre. Así que, nada de arbitraria o desproporcionada tiene esa medida. Si fuera el caso, vayan a reclamarle al expresidente Chico Mugres.