El demócrata Joe Biden alcanzó al presidente Donald Trump en el recuento de votos en Pensilvania y Georgia el viernes por la mañana, con lo que se acerca a una presidencia que depende de los resultados en distritos altamente disputados.
Aún no se podía declarar un ganador en esos estados donde falta contar votos. Ningún candidato ha alcanzado los 270 votos del Colegio Electoral, el mínimo necesario para llegar a la Casa Blanca, pero Biden lleva ventaja con sus triunfos en Wisconsin y Michigan. Biden aventaja a Trump por casi 6.000 votos en Pensilvania y poco más de 1.000 en Georgia.
El recuento podría tomar varios días más en varios estados. Faltando contar millones de boletas, Biden ya ha superado los 73 millones en todo el país, la cifra más alta de la historia.
Al comenzar el tercer día después de la jornada electoral sin saber quién ganó, crecía la ansiedad entre los ciudadanos. Trump está ensayando hasta dónde puede llegar en el uso de los poderes presidenciales para socavar la confianza en la votación.
El jueves, formuló acusaciones infundadas de fraude para sostener falsamente que su rival intenta hacerse del poder. Es algo sin precedentes que un presidente estadounidense siembre dudas sobre el proceso democrático.
“Es un caso en el que tratan de robar una elección, tratan de amañar una elección”, dijo Trump desde el podio de la sala de prensa de la Casa Blanca.
Biden por su parte trató de distender la situación y proyectar una imagen más tradicional del liderazgo presidencial. Después de recibir información sobre el coronavirus, declaró que “se debe contar cada voto”.
“Pido que todos conserven la calma. El proceso funciona”, dijo Biden. “Es la voluntad de los votantes. Ningún otro decide quién elige al presidente de los Estados Unidos de América”.
Trump no dio señales de ceder, y alrededor de las 2.30 de la mañana insistió por Twitter que “¡la Corte Suprema de Estados Unidos debe decidir!”
Con información de AP