Las autoridades islandesas dijeron el viernes que continúa en alerta por una erupción volcánica en la península suroccidental de Reykjanes, aunque las probabilidades están disminuyendo tras un descenso de la actividad sísmica.
Islandia vive con un alto riesgo de erupción desde que la actividad sísmica y los flujos subterráneos de lava aumentaron en la región cercana a la capital, Reikiavik, a fines de octubre.
La Oficina Meteorológica dijo en un comunicado que una erupción en o cerca de la ciudad evacuada de Grindavik se veía ahora como menos probable y que el magma volcánico es más probable que se eleve en el área entre Hagafell y Sýlingarfell.
“La actividad sísmica sigue disminuyendo”, dijo, añadiendo que “la probabilidad de erupción disminuye con el tiempo”.
Cinco ministros del Parlamento islandés visitaron el viernes Grindavik, donde los residentes evacuados pueden volver desde el jueves a recoger sus pertenencias.
No obstante, pasarán meses antes de que todos puedan volver a Grindavik debido a los daños en las infraestructuras, dijo el director de seguridad pública, Vidir Reynisson, al medio islandés RUV.
Como resultado de una disminución de la actividad desde el comienzo de la semana, el nivel de riesgo relacionado con los sismos en Grindavik se redujo de emergencia a nivel de peligro el jueves, dijo la autoridad de defensa civil de Islandia en un comunicado.
Por Agencias.