CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a productos de Canadá y México pone en riesgo empleos, inversiones y la estabilidad de Norteamérica.
“La imposición definitiva de aranceles del 25% por parte del Gobierno de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas representa una amenaza directa para la competitividad de Norteamérica y la estabilidad económica de nuestro país”, indicó la Coparmex en un comunicado.
“Esta medida unilateral genera incertidumbre, afecta el comercio regional y compromete la integración productiva que ha permitido el crecimiento compartido durante décadas”, añadió.
La Coparmex explicó que el encarecimiento de productos debido a estos aranceles “perjudicará a consumidores y empresas en ambos lados de la frontera”.
El organismo empresarial urgió al Gobierno de México a utilizar los mecanismos del T-MEC para impugnar estas medidas y emprender un esfuerzo diplomático que defienda los intereses nacionales.
“Más allá de responder a esta coyuntura, es urgente y necesaria una estrategia integral que fortalezca nuestra economía. Solo con un mercado interno sólido, certeza jurídica, seguridad y un suministro energético confiable, podremos atraer inversión, generar empleo y consolidar a México como un socio estratégico en la región”, indicó la Coparmex.
“El Gobierno de México, junto con el sector privado, debe definir las estrategias y soluciones a estos desafíos que ponen en riesgo el bienestar de los mexicanos”, sostuvo.
El presidente estadounidense Donald Trump firmó el 1 de febrero las órdenes ejecutivas que imponen aranceles del 25% a los bienes de México y Canadá (con excepción del petróleo canadiense, que tendrá solo un 10%) y del 10% para los productos chinos. Las órdenes entrarán en vigor a partir del 4 de febrero a las 00:01 h, horario de Washington.
Trump firmó desde su residencia particular de Mar-a-Lago en Florida tres órdenes ejecutivas separadas el sábado por la tarde, cumpliendo así una promesa repetidamente anunciada que podría desatar una guerra comercial.
Los aranceles a México y Canadá, países a los que acusa de no controlar sus fronteras en los flujos migratorios ni en los de drogas como el fentanilo, además de aprovecharse de un superávit comercial con EE.UU., suponen un golpe al tratado de libre comercio entre los tres países norteamericanos vigente desde hace treinta años. Asimismo, la Casa Blanca acusó, sin pruebas, que el Gobierno de México tiene una alianza con el crimen organizado, proporcionándoles refugio y protección.