La firma china DeepSeek está marcando un antes y un después en la industria de la inteligencia artificial con su reciente modelo R1, que promete superar el rendimiento de las plataformas de OpenAI, a pesar de usar chips menos sofisticados y consumir menos energía.
La irrupción de DeepSeek ha encendido el debate sobre si China ha superado a Estados Unidos en la carrera por dominar la inteligencia artificial, especialmente considerando las restricciones en su acceso a semiconductores de última generación. Este avance forma parte de una tendencia creciente entre las empresas chinas que buscan posicionar al país como líder mundial en IA para 2030, con el objetivo de eclipsar a Estados Unidos en la competencia por la supremacía tecnológica.
Al igual que su vecino occidental, China está destinando miles de millones de dólares a la investigación y desarrollo de IA. Solo la semana pasada, el gobierno chino lanzó un fondo de 60.000 millones de yuanes (aproximadamente 8.200 millones de dólares) destinado a fortalecer el sector, justo después de que Estados Unidos implementara nuevas restricciones sobre la exportación de chips avanzados.
Beijing también está realizando grandes inversiones en la industria de semiconductores para mejorar su capacidad de fabricación de chips de alta gama, intentando superar las barreras impuestas por el acceso limitado a los principales fabricantes globales. Con programas de talento, subsidios y la creación de academias de IA, China está trabajando para integrar la inteligencia artificial desde las aulas hasta las corporaciones, impulsando su educación en todos los niveles.
Además, el gobierno chino ha implementado regulaciones para supervisar el uso de la IA, enfocándose en aspectos clave como la seguridad, la privacidad y la ética. El Partido Comunista también tiene influencia sobre los temas que los modelos de IA pueden abordar, lo que lleva a DeepSeek a adaptar sus respuestas a las normativas gubernamentales.
Este avance de DeepSeek y otras iniciativas chinas podrían remodelar la escena global de la inteligencia artificial, un campo en el que la competencia entre China y Estados Unidos se intensifica día a día.